Tres libros y tres géneros distintos para comenzar el curso. Los escritores avilesinos Jorge Fernández Lorenzo, Pablo Cortina y Francisco Mellén Blanco velan armas con sus últimas obras recién horneadas. Mellén regresa a los ruedos con "Avilés. Relatos históricos", Jorge Fernández Lorenzo se presenta ante el respetable con "Investigaciones Waltdorf" (Alféizar, 2016) y Cortina hace lo propio con "Contra los slammers. 12 partituras, un poema y un discurso" (Amargord, 2016). Mellén suma monografías históricas, Cortina, años de declamaciones en los bares y Sánchez Lorenzo, una experiencia larga en la pura fantasía.

La literatura hecha en Avilés se renueva con nuevas entradas destacadas y, a la vez, se consolida con la presencia de clásicos de siempre. Es lo que sucede con Mellén Blanco (Avilés, 1941), estudioso de la historia local y también de la transoceánica. Fundó, a la sazón, la Asociación Española de Estudioso del Pacífico, que ha sido motivo principal de sus estudios. No obstante, nunca ha dejado de indagar en el pasado de Avilés. Lo que presenta ahora es una colección de pequeños ensayos que van desde la historia de los cruceros en el municipio a la de las cofradías religiosas en el siglo XVIII. Además estudia la familia León Falcón, los propietarios de la casona de Bao, en Miranda. Las historias personales continúan con la de Antonio Alonso López y López, un sabuguero que fue ministro y caballero de la Orden de Carlos III. Todo esto durante los primeros años del reinado Isabel II.

Jorge Sánchez Lorenzo (Avilés, 1988) debutó en 2014. De entonces fue "La matriz", un libro que se presentó en el formato "seebook", a mitad de camino entre la publicación en papel y en e-book genérico. "Tienes que dar una cuenta de correo, pagar y con el código te lo bajas cuantas veces quieras. Hay una portada en papel que te permite pedir un autógrafo al autor", explicó el novelista. Lo que presenta ahora es "Investigaciones Waldorf", que "es una novela de ciencia ficción que sigue el género del 'steampunk'", explica. El "steampunk" es una forma de entender la literatura que cuenta con la tecnología como eje central de las ficciones. "He creado una distopía en la que una Reina Regente oprime al pueblo", apunta el escritor que se siente deudor de autores como Joe Abercrombie.

Pablo Cortina (Avilés, 1974) llega a la literatura publicada con "Contra los slammers", una colección de poemas en tres partes en las que arremete y defiende a los que, como él, triunfan sobre las tablas de los bares y de la noche declamando versos en competiciones que se llaman "slams". Cortina, en su vida seria, se dedica a la enseñanza de la Música de Cámara y del Violín. Y, a escondidas, llevaba un blog meticuloso que era una declaración de principios.

La poesía de Cortina roza la narrativa y el discurso y se sumerge en mares de procelosas aguas de la que los años de práctica le permiten sobresalir con facilidad. El libro va acompañado de un DVD que incluye algunos poemas transformados en canciones. Y es que Cortina, que salió de las aulas del Conservatorio de Avilés, es hijo de los rítmicos.