El 2 de enero de 1999 echó a andar la edición digital de LA NUEVA ESPAÑA. Entonces eran 400 lectores los que la visitaban al día. Ahora son más de 220.000 los usuarios diarios que acceden al periódico digital y la mitad lo hacen ya a través del teléfono móvil. "¿La prensa de papel se muere? En su día dijeron que la televisión iba a acabar con la radio. Son medios complementarios. La prensa digital es un fenómeno reciente que aún no está asentado, los modelos de negocio no son firmes. Harán falta años de experiencia para ver cómo será el futuro del periodismo escrito", aseveró ayer Gonzalo Martínez Peón, subdirector de este periódico y primer responsable de esta edición en el Club LA NUEVA ESPAÑA de Avilés, organizado en colaboración con el Grupo Filatélico Avilesino.
La mesa redonda, en la que ejerció de moderador el jefe de LA NUEVA ESPAÑA de Avilés Eloy Méndez, versó sobre el presente y el futuro de la prensa escrita, pero no faltaron las alusiones a los rudimentarios textos a máquina y a los carretes de fotos que enviaba la red de corresponsales del periódico a la central de Oviedo. Parece que de eso hace años luz, pero realmente ocurrió hace poco más de un cuarto de siglo. Cambió la tecnología, y también la forma de elaborar los contenidos. "El acceso a las fuentes se ceñía a hablar con ellas en persona o por teléfono. La documentación se dejaba a la memoria del redactor, a su propio archivo o a la enciclopedia. Ahora, todo está al alcance en Google o en la hemeroteca digital del periódico", expuso Martínez Peón.
David Guardado, gestor de proyectos y transformación digital de Prensa Ibérica Media, el grupo al que pertenece LA NUEVA ESPAÑA, es uno de "los padres" de la web de este periódico. "El punto de inflexión en España lo marcaron las elecciones generales de 1996. Fue entonces cuando periódicos de tirada nacional, siguiendo el modelo anglosajón, crearon ediciones digitales, pero con audiencias bajísimas. En LA NUEVA ESPAÑA comenzó en 1999 con el volcado a la web de las noticias del periódico de papel. La dirección seleccionaba varias noticias y una persona las subía a la web por las noches", explicó Guardado.
Por aquel entonces ya se estaba gestando la burbuja digital, que conllevó una explosión de negocios en la red. La mayoría no sobrevivieron. Fue en 2006 cuando se dio un salto cualitativo en la edición digital de LA NUEVA ESPAÑA, ya con un equipo comercial y un modelo de negocio establecido. "Una de las cosas buenas que hicimos fue intentar crear un modelo de negocio propio y vinculado al de publicidad, con contenidos gratuitos. Entonces cobrar por contenidos era muy complicado", añadió Guardado.
Gonzalo Martínez Peón, responsable multiplataforma del periódico, cifró en 220.000 los usuarios al día de www.lne.es, con un crecimiento anual de entre el 10 y el 15 por ciento. ¿Y qué es lo que busca el lector digital? "De los 25 millones de páginas vistas que tenemos al mes, una cuarta parte son portadas, lo que refleja un uso similar al del oyente de un parte de noticias de la radio, un vistazo a los titulares. Lo segundo más visto con las galerías de fotos y vídeos, más de cinco millones de fotografías al mes. El 30% de los lectores digitales provienen de las redes sociales", explicó. En unos tiempos en los que en la red existe cada día un aluvión de rumores y noticias falsas, lo que se conoce como "ruido", el periódico tiene el reto de ofrecer la información más completa y en tiempo real. "La transformación digital de los periódicos se basa en empresas de información que tienen que trabajar en diferentes soportes, los que el público demande. Y todo esto, consiguiendo que el negocio sea rentable", señaló Guardado.
"La incertidumbre está en el comportamiento futuro de los adolescentes, de los niños que nacen ya con el móvil en la mano. Tenemos que estar preparados para ofrecer la información en todos los formatos", concluyó Gonzalo Martínez Peón.
