Los jóvenes, en la última década, han pasado de tener dudas sobre el uso del preservativo y miedo a embarazos no deseados a pedir ayuda y consejo para cribar toda la información relacionada con la pornografía que les llega a través de internet, el manejo de su intimidad en las redes sociales o cómo afrontar sus relaciones. Testigos de ese proceso han sido los responsables del Centro de Atención Sexual de Avilés (CASA), con su coordinador, Iván Rotella, a la cabeza. Desde 2006, año de su apertura, casi 26.000 personas han realizado consultas y participado en alguna de las actividades organizadas; en este tiempo, se ha convertido en un centro pionero y de referencia en España para otros ayuntamientos gracias a que combina atención personalizada, consultas por redes sociales y un programa educativo.

"Tenemos que agradecer al Ayuntamiento la posibilidad que nos dio y que nos ha permitido tener estabilidad. Es un proyecto que empezó siendo de Astursex (Asociación Asturiana de Educación Sexual) y que acabó siendo de la ciudad", explicó ayer Iván Rotella durante la inauguración de la exposición "Efímero" en la Factoría Cultural, el preámbulo de los actos de conmemoración del décimo aniversario de CASA. El coordinador del centro recordó cómo el proyecto comenzó de manera muy tímida ya que trataba "temas complejos". "Nosotros no hacemos educación sexual centrándonos en el coito y en los genitales, sino en lo que somos como personas; esa es la clave. No es sólo saber cómo utilizar el condón o cómo prevenir el VIH sino conocerse uno mismo y a tus compañeros y gracias a ese conocimiento, construir una mejor comunicación. Queremos despenetralizar las relaciones y que éstas se basen en el respeto, en el conocimiento y en el buen trato", aseguró Iván Rotella.

Una de las actividades más importantes de CASA es el programa educativo "Aprendiendo a entendernos", que realizan con alumnos de Secundaria de ocho institutos y colegio concertados, con estudiantes de Primaria de otros dos colegios y en sendos ciclos formativos del IES Carreño Miranda. "Los centros acogen muy bien el programa y diez años después ya estamos plenamente institucionalizados en los institutos y seguimos recibiendo peticiones. Ahora hablamos de móviles, de redes sociales, de 'sexting'. Los chicos me enseñan en qué punto están y yo aprendo continuamente", afirmó. Rotella comentó cómo hace una década las consultas de los jóvenes eran "más básicas": "Ha cambiado el acceso a la información; ahora reciben un bombardeo de estereotipos y de información y si no tienen formación, es poco útil. Nosotros los que tratamos es trasladarles cuáles son las 10 cosas más importantes". Pese a todo el camino andado, reconoce que aún queda "mucho por hacer".

La concejala de Juventud, Raquel Ruiz, valoró la puesta en marcha en su día del centro de atención y su importancia a día de hoy. "Cubre una necesidad para los jóvenes y les ayuda a entenderse y comprenderse a ellos mismos como a los demás", comentó. Ruiz, precisamente, fue alumna en su día de las clases que Iván Rotella imparte en los centros educativos. "Nos abrió mucho la mente a muchos de nosotros. Aprendes a respetar, a descartar estereotipos y a analizar y aprender otros puntos de vista", apuntó la concejala.

Entre 2006 y 2016 han participado en las diferentes áreas de trabajo de CASA un total de 25.941 personas. La mayoría (11.132) se deben al programa "Aprendiendo a entendernos" en los centros educativos y donde participan alumnos, profesores y padres. Otras 5.796 personas acudieron a alguna de las charlas, cursos o presentaciones organizadas, desde la Escuela de Familia hasta asociaciones vecinales, de mujeres, de colectivos desfavorecidos, ayuntamientos... Respecto a las consultas, 149 fueron telefónicas, otras 4.453 on-line (e-mail y redes sociales) y 1.216 jóvenes a través de una atención personalizada.

El centro cuenta desde diciembre con un nuevo proyecto, "Diversex", para ayudar a jóvenes con dificultades relativas a su identidad sexual o a su orientación de deseo. Participan ocho jóvenes.