El gobierno local, a diferencia del año pasado, ha intentado llegar a acuerdos con todas las formaciones políticas para asegurar unas nuevas ordenanzas fiscales para el próximo año. Por el momento, sólo cuenta con el voto afirmativo de Ciudadanos y con, al menos, la abstención de Izquierda Unida -la próxima semana tendrá el consejo político que dirimirá el voto final-. Queda en el aire la decisión del PP: sus tensiones internas hacen peligrar el voto afirmativo que anunció, a expensas de la decisión final de la junta local del partido, el concejal Alfonso Araújo, que fue el encargado de llevar las negociaciones con el PSOE. Eso sí, si la junta local, que se celebrará mañana, decide abstenerse en la votación plenaria, el gobierno también sacaría adelante el documento fiscal para 2017. Ganemos, por su parte, está pendiente de una nueva reunión con el PSOE para concretar si tienen cabida algunos de sus planteamientos.

Un caso aparte es Somos. Las discrepancias entre la formación morada y el gobierno local se han acrecentado en este debate con acusaciones mutuas de no querer negociar y de poner continuas trabas para desistir de un acuerdo. Somos, incluso, acusa a los socialistas de mentir en la cuantía de la subida del recibo del IBI: el PSOE la cifra en unos 9 euros de media; Somos, en 13 euros. El último capítulo se vivió ayer. Los afines a Podemos acusaron al gobierno local de beneficiar a las grandes empresas y no a los vecinos con el impuesto de la "contribución".

"El PSOE se debate ahora mismo entre seguir la senda hacia el neoliberalismo de Felipe González y otros consejeros del IBEX 35 con carné socialista o el otro sector, el que defiende la recuperación de las ideas socialistas. Cuando se combate la redistribución de impuestos con el argumento de que penaliza la actividad económica se cae en lo primero. Ahí es donde está el PSOE de Avilés", aseveró ayer Primitivo Abella, concejal de Somos Avilés.

Abella se mostró abierto a seguir negociando con el PSOE hasta el día del Pleno, pese a que los socialistas les recriminaron haber presentado una enmienda a una propuesta fiscal que no está totalmente cerrada. "El argumento del PSOE sobre nuestra autoexclusión de la negociación es muy pobre. Presentamos una enmienda al texto de ordenanzas porque, de no hacerlo así, nuestras propuestas sólo llegarían al Pleno si el PSOE las incorpora y así llegarán seguro, para que el resto de grupos opine", explicó el edil.

El concejal de Somos insistió en la idea de establecer tipos diferenciados entre los inmuebles residenciales y los no residenciales y así aumentar la presión fiscal "a quien ha salido más beneficiado de la crisis" y no a los vecinos. "Los tipos diferenciados no son exclusivos de las candidaturas municipales apoyadas por Podemos, ni siquiera de ciudades con mucha presencia de superficies comerciales. Se aplican en Madrid, Barcelona, Bilbao, Valencia, Sevilla, Fuenlabrada, Zaragoza, Oviedo, Pinto... En la mayoría de estas ciudades fue por iniciativa o con el apoyo del PSOE", concluyó Abella.