"Cogerle el teléfono a tu hijo no es invadir su vida privada, es preocuparte por él". Claro, conciso y directo. Así explicó el criminólogo y formador del plan director para la convivencia y seguridad en centros educativos, Pablo Vázquez, el que debe ser uno de los principales mandamientos de los progenitores para evitar riesgos y amenazas en la red para niños y adolescentes, una problemática sobre la que ayer ofreció una conferencia en el Club LA NUEVA ESPAÑA de Avilés. Y es que según el experto, "los casos de cyberbullying (acoso a través de internet), sexting (transmisión de imágenes pornográficas a través de redes sociales) y grooming (extorsión por parte de pederastas para conseguir material sexual de sus víctimas) están aumentado considerablemente. Y lo más preocupante es que el porcentaje de los que se conocen son los menos. Es un problema de alarma social", afirmó Vázquez.

"El problema del sexting es que confían demasiado en redes sociales como snapchat, en las que subes una imagen y a los segundos se destruye. Pero pueden hacerte una captura de pantalla, subir esa fotografía a la red y eliminarla de ahí ya es imposible", afirmó el experto sobre esta tendencia "cada vez más frecuente entre los jóvenes".

Y es que la iniciación de los adolescentes en este tipo de prácticas es cada vez más temprana. "Antes estábamos hablando de que comenzaban a hacerlo con 13, 14 y 15 años; pero ahora estamos teniendo conocimiento de casos cada vez más precoces", alertó Vázquez.

Sin duda, uno de los principales factores de riesgo es "el desconocimiento de la tecnología por parte de los padres y la educación". "Si a tu hijo le regalas un móvil o una tablet y no tienes ni idea de cómo funciona o lo que va a poder hacer con él es como regalarle un coche a un menor y darle las llaves. Sabes que se va a estrellar. Los padres deben tomar conciencia de lo que es antes de dárselo a un crío", propuso el criminólogo.

Para tratar de poner freno a esta problemática, Vázquez tiene claro que deben sentarse los cimientos desde la base. "Familias y centros educativos tienen que comenzar a hablar de este tema sin tapujos. Por ejemplo, a un padre no le cuesta nada sentarse con su hijo y ayudarle a crearse un perfil en una red social, establecer con él unos criterios de privacidad y consensuar qué fotos va a subir. Además, haciéndolo de esta manera, si al chaval le surge un problema a la primera persona que recurrirá será a su padre. Pero si éste no tiene ni idea no lo vas a ver como una herramienta útil", recalcó.

Ante el aumento de los casos de propagación de fotografías comprometedores en adolescentes, Vázquez lo tiene claro. "Tenemos que preparar a los padres para que se enfrenten a una situación grave en que su hijo pueda estar siendo víctima de extorsión o de haber subido una imagen subidita de tono", sugirió.

Como derivación del sexting, Vázquez explica que se están viviendo "cada vez más casos de grooming"; esto es, acoso por parte de pederastas que buscan pornografía infantil. "Esta gente se crea perfiles falsos en redes sociales y se hacen pasar por una persona de la misma edad que los jóvenes. Flirtean, y cuando el adulto se hace con una imagen comprometedora del joven revela su verdadera identidad y le extorsiona para que le haga llegar más material bajo la amenaza de hacer públicas las fotografías", explicó.

Ante estas situaciones, el experto cree que las familias deben barajar dos opciones: "O van con el dispositivo, tal cual, sin eliminar ninguna foto, a las fuerzas de seguridad o bien le mandan un mensaje pidiéndole que cese la actividad porque sabemos lo que está haciendo. Es gente que no se suele complicar, por lo que en la mayoría de los casos también se termina con el problema", expuso.

El otro de los problemas que el criminólogo puso el relieve es el del cyberbullyng. "Antes el acosos se quedaba en el aula, pero ahora lo llevan encima, en el móvil", explicó.