Los perros tienen un salvador en Asturias que recorre la región a bordo de una furgoneta de reparto. Carlos David Fanjul se convirtió ayer, de manera inesperada, en el héroe de la jornada en Puerta de la Villa. Y es que, mientras se encontraba realizando su jornada laboral, este ovetense se vio sorprendido por un gran revuelo en la calle Auseva. "Había mucha gente alrededor de una perra. Pensaba que la habían atropellado. Pero cuando me acerqué vi que la Policía Local estaba tratando de localizar a una protectora que se hiciese cargo de ella. Antes de que se la llevasen a cualquier parte y que acabase sacrificada, preferí hacerme cargo de ella", relata Fanjul, quien, ni corto ni perezoso, con traje de faena, decidió transportar al animal abandonado, que no tenía chip, hasta una finca que tiene en Oviedo, como ya ha hecho en otras ocasiones similares.

"Debía ser la primera vez que montaba en una furgoneta porque durante el trayecto lloró bastante", explica Fanjul sobre la perra, un cruce de mastín. "Es muy buena. La verdad que no ha dado nada de guerra. Le di un primer paseo por un prao y es muy obediente y educada. Si le dices que se siente se siente; y si la llamas también viene", asegura.

Ahora, esta perra, que aún no ha sido bautizada por su "nuevo dueño provisional", pasará los próximos días en una finca de Fanjul en La Manjoya (Oviedo). "La tengo en un terreno en el que hay cuatro caballos, cabras y otro perro. La verdad que se ha integrado muy bien. En un primer momento olisqueó al otro perro y no da problemas. Creo que hicieron buenas migas", afirma el salvador de los perros, que espera construirle una caseta "en los próximos días" para aumentar la comodidad de su nueva inquilina. "De momento, la tengo en una cuadra resguardada, para que se habitúe", remata.

Según los vecinos, la perra abandonada llevaba "por lo menos un día" vagando por Puerta de la Villa. Por ello, y pese a que los residentes habían dado de comer y beber al animal, lo primero que hizo Fanjul fue alimentarla. "Bebió mucha agua y comió pienso. Debía llevar días sin echarse nada a la boca, porque estaba delgadina", elucubra.

Pero los problemas del animal no terminan en la desnutrición. "Tenía las mamas colgando, por lo que se intuye que parió hace poco. Seguramente hasta hace unas semanas se estuvieron alimentando de ella", afirma anjul, quien también ha visto "garrapatas" en su pelo. "El fin de semana, con un poco más de tiempo, trataré de sanearla para que se recupere lo más rápido posible" añade.

Pero pese al mimo con el que habla de su nueva inquilina, entre los planes de Fanjul no entra quedarse con el animal. "Tendría que hablar con mi hermano, que es con quien tengo la finca a medias; pero lo ideal sería encontrarle un hogar. A ver si entre la gente del pueblo, u otras personas que se enteren de la noticia, somos capaces de darle una nueva familia", afirma. "Según me explicó la policía, ahora me la tengo que quedar yo durante ocho días, que es el plazo que tiene su propietario para reclamarla. Una vez pasado ese tiempo ya veremos lo que hacemos. Pero en la calle no la pienso dejar", remata este improvisado ángel de los perros.