El local municipal de Peroño será finalmente adaptado como un centro para mayores y sustituirá al actual ubicado junto a la playa de La Ribera. El motivo de esta decisión radica en la seguridad ya que el inmueble situado en pleno centro de Luanco sufre constantemente el azote de las olas y más aún en los meses de invierno. El Ayuntamiento de Gozón encargó hace varias semanas el proyecto a la oficina técnica de la Mancomunidad Cabo Peñas para adaptar el centro de Peroño a las nuevas necesidades. Meses atrás el alcalde, Jorge Suárez, solicitó a la Consejería de Bienestar Social, titular de la gestión del centro de mayores luanquín, el desarrollo de un proyecto para poder iniciar la tramitación del cambio de ubicación del local. Bienestar Social contestó el pasado mes de julio que el Ayuntamiento debería presentar un estudio que el Principado revisaría posteriormente. Fue entonces cuando Suárez encargó el documento a la arquitecta de la Mancomunidad Cabo Peñas.
Una vez finalizado el proyecto y aprobado por la Consejería de Bienestar Social, la Fundación "Isabel Bosquet" será la encargada de ejecutar las obras de adaptación del nuevo espacio para los mayores. A cambio, entregará al Ayuntamiento tres pisos de los que dispone en Luanco. "Esos locales podrán emplearse, por ejemplo, como espacios de reunión de asociaciones aunque aún no está definido su fin", destacó Jorge Suárez.
Por el momento, el Ayuntamiento ya ha iniciado los trámites para dar respuesta a una vieja demanda de los usuarios del centro de mayores de Luanco. El edificio actual situado frente a la Torre del Reloj y junto a la playa de La Ribera ha sufrido incontables inundaciones en los últimos años. Los temporales de los dos últimos inviernos se han dejado notar en el inmueble llegando incluso a romper las cristaleras de la fachada marítima, sobre todo, en la planta baja.
"El local municipal de Peroño está en buenas condiciones, tiene más luz y mucho potencial", expresó el regidor gozoniego, que espera poder desarrollar esta operación cuanto antes para que los mayores sigan desarrollando sus actividades sin tener que estar preocupados por los constantes azotes del mar en la bahía de Luanco.
