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RAFAEL REIG | Novelista, profesor de Escritura Creativa y librero, habla mañana en el Niemeyer

"De asturiano me quedan el paladar y el sentido del humor"

"Me parece tan legítimo que se diga que Javier Marías se merece el Nobel como que sus novelas son innecesarias"

Rafael Reig, en una imagen de archivo. MARCOS LEÓN

Rafael Reig (Cangas de Onís, 1963) atiende la llamada de LA NUEVA ESPAÑA después de concluir la venta de un libro, que es, a fin de cuentas, a lo que se dedica últimamente. Pero eso no es lo importante. Acaba de publicar "Señales de humo. Manual de literatura para caníbales I" (Tusquets, 2016), una novela que es también una colección de agravios contra las voces más preclaras de las letras patrias. Reig será mañana, jueves (20.00 horas), el protagonista del ciclo "Palabra del Niemeyer".

-¿Qué le queda de asturiano?

-El paladar y el sentido del humor. Cuando yo vivía en Cangas de Onís no era la ciudad que es hoy. Me recuerdo yendo a la biblioteca a coger un libro que leía en el jardín de casa. También me acuerdo de la farmacia de mi abuelo, pero poca cosa más.

-El protagonista de su novela es profesor de Literatura y está loco. ¿Son circunstancias concomitantes?

-La de profesor es la profesión más psiquiatrizada del mundo. Te puedes volver loco dando clase a chicos de 15 años. Se lo digo por pura experiencia.

-Este de ahora es una "precuela" de un libro suyo de 2005.

-Yo prefiero llamarlo "primera parte" a "precuela", que suena raro. El primer libro empezó en el siglo XVIII y concluía en la actualidad. Este de ahora empieza en las jarchas y termina con el final de los Siglos de Oro, cuando comienza en el Neoclasicismo.

-Esto viene de artículos en los que daba cera a diestro y siniestro.

-Sólo a los que lo merecían.

-Un montón.

-En realidad, estos libros vienen de una serie de artículos que publiqué en el suplemento de cultura del "Abc". En ellos examinaba muy sesudamente las cosas de los clásicos de la literatura. Las novedades literarias van en contra de la propia Literatura.

-Vaya.

-Soy tan viejo como clásico.

-¿Qué le hizo Garcilaso?

-Garcilaso, nada; el movimiento que devino tras él, sí. Me refiero al petrarquismo: es insoportable y ha llegado incluso a la actualidad, a las canciones pop. Me parece un humanismo echado a perder y es una lástima.

-¿No es aburrido leer con una libreta a mano?

-Leo en bares, pero apunto lo que no sé. La lectura es un combate contra el libro, así es como nacen ciertas ideas. No recuerdo quién decía que había que leer como comen las gallinas: con la cabeza muy alta, masticando, pensando...

-Sus vituperios tienen víctimas sagradas.

-No me preocupa el qué dirán. Me parece tan legítimo que se diga que Javier Marías se merece el Nobel como que sus novelas son innecesarias.

-¿Qué tiene que hacer un crítico?

-Valorar el objetivo que se planteó el escritor y en qué punto se quedó. Hay que escribir pensando en igualar el Quijote o "La montaña mágica".

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