Al menos cuatro personas de nacionalidad kurda llegaron a principios de esta semana a Avilés "escondidos" en un camión que trabaja para la multinacional Sant Gobain. Una vez sorprendidos, agentes de la Policía Nacional de la comisaría de Río San Martín pusieron en marcha el protocolo que rige la Ley de Extranjería por el cual estos ciudadanos deben regresar a su lugar de procedencia. Aún así el trámite se espera largo ya que en estos momentos la Policía está pendiente de un intérprete.

"Tenemos que saber quiénes son, de dónde vienen y dónde se subieron al camión por el vehículo venía de hacer una ruta larga pero eso no indica nada", explicó un portavoz de la Nacional, que destacó que si los cuatro refugiados, uno de ellos supuestamente menor de edad, solicitan derecho de asilo los trámites se pueden dilatar en el tiempo. Los cuatro polizones pasaron la noche en un centro de Avilés.

En diciembre de 2013, el departamento de Extranjería de la Policía Nacional, con la colaboración a pie de muelle en tareas de vigilancia de la Guardia Civil, prohibió el desembarco en Valliniello de cuatro varones africanos, presuntamente procedentes de la República de Guinea (antiguamente Guinea Francesa) que viajaban como polizones a bordo del carguero "Thor Fortune", un buque con bandera de Singapur que hizo escala en Avilés para descargar 11.000 toneladas de briquetas de hierro. En aplicación de la Ley de Extranjería, y previamente avisadas por el capitán, las autoridades marítimas y civiles de Avilés tomaron entonces el control de la situación y prohibieron a los polizones bajar a tierra.

Los cuatro polizones africanos tuvieron por delante un largo camino hasta volver a casa. Un mes después de recalar en el muelle de Valliniello y pretender sin éxito su huida, llegaron a la ciudad estadounidense de Tampa, donde finalmente fueron repatriados en un vuelo privado.