La última vez que el cantante y compositor madrileño Quique González estuvo en Avilés también tocó en el Centro Niemeyer. Fue hace dos años. Entonces, se subió al escenario del complejo de la ría junto a José Ignacio Lapido, líder de la histórica banda "091". Vuelve ahora -mañana sábado a partir de las 21.00 horas-, pero acompañado por "Los detectives", que es, según González, "una banda fantástica", de hecho, con la que "más a gusto" se ha sentido en los últimos años. Y lleva unos cuantos en la carretera: su primer álbum es de finales de 1998. Por aquel entonces se abría hueco en los escenarios de los bares. "Sigo considerándome un músico de club, aunque haya salido de ese circuito ahí siempre me siento cómodo", explicó a LA NUEVA ESPAÑA. "Afortunadamente, ahora toco en los teatros porque no cabe tanta gente en los bares, pero, insisto, sigo perteneciendo a los bares", aplaudió.

Lo que trae entre manos es "Me mata si me necesitas", que es como una declaración de intenciones que salió a la luz en marzo pasado y que todavía no había presentado en Asturias. "Donde más tocamos es precisamente en Asturias y en Galicia, no sé por qué. Hay sitios que salen mejor que otros. Nos resultan más fácil en el norte que en el sur", reconoció el cantautor. Cuando se le pregunta por la decena de publicaciones sólo dice que "diez es un número redondo y contundente". Y si se le insiste admite que mirar hacia atrás sólo tiene una consecuencia. "El tiempo pasa muy despacio". Y es natural, explicó, "entre disco y disco hay tres o cuatro años". Primero viene lo de escribir los temas, después la elección de los que se incluirán, más adelante, preparar la gira. "Y cuando terminas, todo vuelve a comenzar. Y está muy bien que así sea, aunque te des cuenta de que asusta un poco".

González, que es un compositor de pro, no discrimina ninguna etapa de su proceso de escritura. "Cada etapa es distinta: la creación es más divertida. Cuando te metes en el estudio igual te enfrentas con algo más fatigoso. Los directos, desde luego, son la celebración", explicó. "Allí, sobre las tablas, las canciones tienen que crecer. Cuando las grabas, has tocado poco las canciones. Llega el directo y todo se transforma. Y eso siempre está bien. Me ha pasado muchas veces. Y eso sí que está bien. Porque, de repente, presentas una versión que no se había ocurrido cuando te habías puesto a grabar. La música revive", admitió.

Y tanto que revive. "Con esta gira vamos a estar hasta finales del verano que viene: tocando y preparando la gira que vendrá, la del próximo año; no está mal", subrayó el músico madrileño. "Y todo este tiempo lo haré junto a 'Los detectives'. Con ellos compartimos camadería. No quiero saber todavía cómo va a acabar esto", afirmó.

Cuando era un músico de bares, lo era también en soledad, ese tiempo, sin embargo, ya pasó. "Ahora viajamos desde ciudades distintas. Somos dos de Valencia, uno de Barcelona, unos cuantos de Madrid. Cuando tocamos en el norte yo me traslado desde Cantabria: es más fácil viajar en autobús", concluyó el cantautor madrileño.