"A las seis de la mañana iba a coger el coche para ir a trabajar. Me encontré con que tenía una rueda pinchada? Tuvo que venir un compañero a buscarme". Francisco Javier Fernández fue uno de los que primero se enteró de la faena que uno o varios desaprensivos realizaron ayer en el barrio de Versalles y La Texera. En torno a un centenar de coches amanecieron con las ruedas pinchadas. Los hechos ocurrieron antes de las seis de la mañana y después de las diez y media de la noche. La Policía Local realizó una primera comprobación de los hechos y ahora es la Policía Nacional la que comenzó a recibir las denuncias de los vecinos afectados y ya tomó las riendas de la investigación.

Muchos trabajadores que entraban a primera hora resultaron afectados por este episodio de vandalismo a gran escala, una situación a la que no están acostumbrados los vecinos del barrio. A Federico Arias no sólo le pincharon una rueda, sino que también le rayaron el capó del vehículo, y así se lo encontró cuando intentó llevar a su mujer a trabajar, a las seis y media de la mañana. Al final tuvieron que recurrir al coche de su cuñada para poder transportarla. Y a Antonio Villabrille los vándalos le rajaron las cuatro ruedas de su coche, y así se lo encontró cuando bajó de casa para abrir su bar. "¿A quién vamos a denunciar? La Policía tendría que tener más efectivos para poder controlar lo que ocurre. Confundimos libertad con libertinaje", afirmó.

Esa queja, la de que la Policía Local no dispone de medios suficientes, la hicieron más vecinos de Versalles. "Si no pueden patrullar las calles, ¿cómo van a evitar que ocurran cosas así?", preguntó una vecina mientras comentaba con otros residentes lo ocurrido de madrugada. Y es que el suceso estaba en boca de todos. Los últimos en enterarse preguntaban angustiados el listado de calles con coches afectados, para ver si el suyo podía estar entre los perjudicados. Y muchos, como Jorge Pravos, a punto estuvieron de arrancar sin darse cuenta de lo sucedido.

Según el recuento que hacían en el propio barrio, los actos vandálicos se produjeron en todas las calles principales: La Amistad, Pelayo, Reconquista, La Paz, Fruela, y también en el pequeño callejón de El Bosque. Allí Francisco Gómez fue uno de los damnificados, con dos ruedas pinchadas. "Me enteré por la mañana. Suelo aparcar en el garaje, pero ayer no", se lamentaba. Los vecinos comentaban lo sucedido como una lotería: "Tuve suerte, suelo aparcar en la calle Pelayo, pero ayer encontré sitio más cerca de casa", explicó un conductor. Y la lotería también del número de ruedas dañadas, que se traduce en un diferente esfuerzo económico. Depende del vehículo, cambiar cuatro ruedas puede ir de los 200 a los cerca de 1.000 euros. "Por lo menos no les dio por prenderles fuego", reflexionó otro vecino.

Rafael Vázquez y Leonor García, regentes de una panadería, llevan 34 años residiendo en Versalles, "y nunca fue el barrio así de inseguro como desde hace dos años". Ellos fueron testigos de varias personas afectadas por el episodio, como "un matrimonio joven que llegaba al coche con el carrito del bebé y una mujer que hacía tres meses que había cambiado las ruedas". Según cuentan, en estos dos últimos años han sido frecuentes los robos en bares y también en tiendas. Y Ana María Vega, clienta suya, coincidió con la opinión de que lo que está ocurriendo ahora en el barrio no pasaba antes.

La presidenta de la asociación de vecinos de Versalles, Licinia Alonso, lamentó lo sucedido. Y ya pidió tanto a la Policía Nacional como a la Local una mayor vigilancia. "No obstante yo creo que estas cosas son casi inevitables, cuando hay intención de hacerlas... No se puede poner un policía por persona o por vehículo". De todos modos señaló que en picos de vandalismo como este, o hace unos meses cuando hubo varios robos, ponen en alerta a los agentes. "Ya hablé con la Policía para que pase más a menudo y esperemos que averigüen lo ocurrido", concluyó la presidenta vecinal.