El director del proyecto del Castro de Podes sopesa acudir a los tribunales ante la pasividad del Principado de Asturias para frenar el deterioro de ese yacimiento arqueológico, en el que impiden actuar o llevar a cabo medidas preventivas. Alfonso Fanjul ya interpuso hace unos días una denuncia ante la Consejería de Medio Ambiente por un delito de destrucción de patrimonio histórico debido "a las constantes caídas de material arqueológico del castro". "La denuncia por la nueva destrucción de estrato y la caída de materiales, que a partir de ese momento quedan descontextualizados y sin valor de información arqueológica, se centra en el técnico del servicio de Patrimonio Cultural encargado de impedir el desarrollo del proyecto de rescate de dichos materiales", afirma Fanjul.

Y se basa en tres motivos. El primero, la "incorrecta tramitación" de un proyecto de emergencia que presentó el equipo hace un año: "Fue supervisado como proyecto de investigación por dicho técnicos, por lo que no se nos dio permiso para poder recuperar y estudiar esos materiales". El segundo, por la "negativa administrativa a que en un segundo proyecto pudiésemos al menos recoger y estudiar aquellos materiales que estaban a punto de caer". Y el tercero, "por la falta de actuaciones desde la consejería de Cultura, pese a las continuas advertencias del doctor en arqueología Alfonso Fanjul".