El gran interés que suscita en Asturias todo lo relacionado con los drones (vehículos aéreos no tripulados) quedó patente ayer en la alta participación que registró una nueva jornada del ciclo "Desayuno con diamantes", reuniones temáticas y periódicas que esta vez tuvieron como protagonistas a profesionales que se dedican a la explotación comercial, el pilotaje, la construcción o la investigación sobre estos aparatos. Entre el público, personas que desean aprender a pilotar estas máquinas repentinamente puestas de moda, emprendedores que creen haber encontrado un oportunidad de negocio en este sector e investigadores en busca de nuevos conocimientos.

La gran esperanza de todos ellos, según puso de manifiesto el responsable de la jornada técnica, David Pérez Pancho, de la entidad RenovAcción Asturias, es que el Gobierno central haga entrar en vigor durante 2017, tal y como demanda el sector, una nueva normativa llamada a fijar claramente el marco de utilización de los drones y, sobre todo, flexibilizar las condiciones de vuelo en áreas donde actualmente es muy complicado hacerlos volar, como la comarca de Avilés, afectada por las restricciones a la navegación aérea derivadas de la proximidad al aeropuerto de Asturias. "La legislación no va a la misma velocidad que el desarrollo vertiginoso del sector de los drones y por eso es tan perentorio adaptarla a una realidad que demanda normas claras, pero también sentido común para no frenar el espléndido desarrollo que se prevé para una actividad que, además de infinitas aplicaciones, tiene potencial para generar riqueza y empleo", aseguró Pérez Pancho.

Los expertos reunidos ayer en Avilés defendieron que Asturias está subida en un vagón cabecero del sector de los drones, pues existen empresas capaces de prestar todo tipo de servicios con ellos, academias de aprendizaje para pilotos, constructores de los aparatos que trabajan a la carta e incluso investigadores -éstos ligados a la Universidad de Oviedo, como es el caso del colectivo Drone4Students- que buscan soluciones a medida a los problemas más habituales a los que se enfrentan los usuarios de drones: autonomía, seguridad, maniobrabilidad...

Los que ya están embarcados en esta tecnología también aprovecharon para advertir del incipiente intrusismo que detectan, una consecuencia, según opinan, del fácil acceso a este tipo de aparatos.