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MANOLO TAIBO | Premio al trabajo en seguridad de la Federación Española de Montañismo

"El riesgo cero no existe en la montaña, pero muchos accidentes son evitables"

"El premio, el primero que se concede en materia de seguridad, puede afianzar el trabajo que se hace en Asturias, que es pionero en España"

Taibo accede al campo de hielo Sur de Patagonia.

"Siempre habrá accidentes en la montaña porque el riesgo cero no existe, pero se pueden evitar muchísimos". La afirmación es de Manolo Taibo (técnico y auditor en prevención de riesgos laborales), que mañana recibirá en Madrid el "premio a la seguridad" concedido por la Federación Española de Montañismo tras constituir en 2015 el comité de seguridad en la montaña.

Y la afirmación no es gratuita porque el pasado año se registraron 922 rescates en España, sólo de la Guardia Civil, a los que hay que añadir los realizados por los servicios de emergencia de las comunidades autónomas. El problema es hay muchos más accidentes que no se dan a conocer porque los afectados acuden directamente a la Seguridad Social o se curan en casa. "Se gasta mucho dinero en unos accidentes que en muchos casos se podrían haber evitado", señala Taibo.

El premio destaca la trayectoria y el trabajo realizado por el montañero avilesino -aunque nacido en La Coruña hace 56 años- en materia de seguridad desde 2008 para disminuir los accidentes a través de la implantación de la metodología de la prevención de riesgos a los deportes de montaña. "La forma de analizar los riesgos en la montaña es similar a la de cualquier ámbito laboral o deportivo, lo que hay que hacer es conocer profundamente la actividad", explica.

-¿Qué significa para usted esta distinción?

-Valoro que es el primero que se concede en esta materia y que puede afianzar el trabajo hecho en Asturias con los clubes, que es pionero en España.

-¿Por qué enfocan su trabajo a los clubes?

-Porque tenemos claro que el ámbito de difusión de la cultura de los deportes de montaña se establece en los clubes, aunque no lo parezca porque hay mucha gente que va por libre. Otro ámbito ideal es trabajar con los jóvenes y los niños en las escuelas, como se hace en otros deportes, pero eso queda fuera de nuestras posibilidades.

-¿Puede salir todo el mundo a la montaña?

-Sí, pero a la montaña hay que ir a disfrutar y eso sólo se consigue conociéndose a uno mismo y siendo consciente de las propias limitaciones porque el exceso de ambición es un riesgo y, por otra parte, determinados estados de ánimo nos pueden influir. También hay que tener claro lo que queremos hacer para planificar bien la actividad porque el medio es muy cambiante. La incertidumbre siempre va a existir y la montaña siempre tiene ese matiz de aventura que tanto nos atrae, pero si planificamos bien cometeremos menos errores y podremos evitar los accidentes.

-¿Dónde está el mayor riesgo de accidente?

-En las actividades de senderismo y montaña más convencionales y en principio más asequibles a la mayoría. El problema es que la gente no entrena porque los montañeros en general no se ven como deportistas, dado que la montaña es algo más que un deporte; y es cierto, pero no podemos olvidar que necesitamos un rendimiento deportivo para hacer la mayor parte de las actividades.

-¿Qué problemas están detectando para concienciar de la importancia de la prevención?

-Nos limita el hecho de no haber tenido datos hasta ahora, que siempre son importantes, y el que los montañeros tiendan a positivar las experiencias aunque sean malas. Como no pasó nada no nos planteamos qué hicimos mal y volvemos a repetir unos errores que podríamos corregir fácilmente en casa a través de la planificación, que es el elemento clave.

-¿Cuáles son los rivales de la seguridad en la montaña?

-Nosotros y el inmovilismo, el "eso nunca se hizo así". Los peligros del medio van a estar ahí siempre porque forma parte del terreno de juego, pero no controlamos los riesgos que adquirimos cuando interactuamos en ese medio. Y tenemos que reciclar esa manera de pensar porque no nos podemos poner medallas cuando salimos con apuros de una situación sin pensar lo que hicimos mal o si estamos en condiciones para afrontar esa actividad.

-¿En qué se ha avanzado?

-En pequeñas cosas, pero importantes. Por ejemplo, hace cinco años no se veía a nadie con casco pero ahora ya lo lleva mucha gente, y yo creo que se va a acabar imponiendo como un elemento que define al montañero. También se avanzó en el calzado y en el uso de bastones, pero nada sirve si perdemos la atención y si no planificamos bien, que es lo que más nos cuesta y al final lo acabamos pagando.

-¿Cómo se puede prevenir un resbalón en el monte?

-De varias formas. Por un lado conociendo la técnica, es decir hay que aprender a caminar en la montaña porque aunque pensemos que sabemos no es así. Al final vamos aprendiendo sin querer y muchas veces por ir detrás de compañeros del club con experiencia. Por otro lado, están las estrategias preventivas, como el uso de bastones y la acomodación de la mochila, que no siempre se sabe hacer. Y quizás lo más importante es mantener la concentración porque estamos en un medio irregular que cambia de plano constantemente, aunque es difícil durante tantas horas y por eso la mayoría de los accidentes se producen caminando.

-¿Cómo se toma un montañero experimentado que le digan que tiene que reaprender a caminar?

-Mal. Ese es uno de los grandes retos a la hora de implantar la metodología preventiva. Ese y el que los niños hayan perdido habilidades motrices en los últimos años porque antes nos criábamos en un ambiente más rural y natural. Y ese cambio se nota mucho en la práctica deportiva.

-¿Qué es indispensable meter en una mochila?

-Lo que nos pueda ayudar en un momento determinado en función de lo que vayamos a hacer, incluida la brújula y el mapa. También depende de que sea invierno o verano, pero siguen vigentes las tres ges: gafas, gorro y guantes. Es fundamental pensar en hidratarnos, abrigarnos y en llevar comida y ropa de abrigo ante la posibilidad de tener que pasar una noche fuera. Por eso no se puede escatimar nunca en lo necesario por un kilo más de peso en la mochila.

-Defínase como montañero

-Muy fácil. Soy un montañero, montañero porque me apasiona la montaña y practico con gusto todas sus variantes.

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