Valentín Pascual de Miguel fue coadjutor de la iglesia de San Nicolás de Bari durante treinta años, hasta 2005. La enfermedad le internó en la casa sacerdotal de Oviedo, donde falleció el pasado viernes por la tarde. Alfonso López, el párroco actual del principal templo de la villa, anunció ayer un funeral por el veterano religioso burgalés para el próximo sábado día 17, a las 12.00 horas.

Don Valentín, el "cura de la Vespa", había permanecido destinado en Avilés durante treinta años. Antes que cura diocesano había sido religioso claretiano. Su primer destino en el siglo fue en San Vicente de la Barquera, en la provincia de Cantabria. Fue profesor de Ciencias Naturales del expresidente del Principado, Francisco Álvarez-Cascos. "Cada vez que pasaba por Avilés, siempre paraba a saludarlo", recuerda López Menéndez, que coincidió con don Valentín un año, en su primera etapa en la iglesia de la que por entonces era titular Ángel Garralda.

Pasó a la diócesis de Oviedo y estuvo destinado en Turón (Mieres), en Las Vegas (Corvera) y en Sabugo (Avilés); en los tres templos, como coadjutor, es decir, ayudante. En 1976, pasó a la iglesia de San Nicolás y en ese lugar permaneció hasta que la enfermedad se hizo más que patente. Estando en Avilés, le fue encomendada la parroquia de Ambiedes (Gozón) y también la capellanía del Hospital de Caridad.

Había nacido en Canicosa de la Sierra, al sur de la provincia de Burgos, entre la capital y la localidad de Burgo de Osma. En esa localidad será enterrado esta tarde a las 16.00 horas.

La popularidad en Avilés de Valentín Pascual de Miguel se debía a su costumbre de trasladarse a bordo de una Vespa y hacerlo, además, en sotana. Esta imagen está grabada en muchos vecinos del casco histórico de la ciudad.