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"Rey Pelayo" conquista en Francia

Un grupo de jóvenes de la asociación participa en una visita a Saint-Nazaire para compartir experiencias y amistad con la entidad "Jeunesse et Avenir"

De izquierda a derecha, Toñi García, Lucía Menes (de pie), Josín Díaz, Ana María Díaz (de pie), Natividad Blanco, Sandra Álvarez (de pie), Miguel Durán, Maribel Díaz, Ricardo Riesgo y Sara Santiago. RICARDO SOLÍS

"Bonjour". Ya pasaron unas semanas desde que una expedición de la asociación "Rey Pelayo" estuvo en Saint-Nazaire visitando a la asociación "Jeunesse et Avenir", pero las palabras francesas aún se les vienen a la boca cuando recuerdan con emoción los cuatro días que pasaron en el país vecino, de la mano del proyecto de "Aunando Fronteras" y Participación Ciudadana. Toñi García, Josín Díaz, Natividad Blanco, Miguel Durán, Maribel Díaz, Ricardo Riesgo y Sara Santiago no ocultan que volverían de buen grado. "Yo volví y me quedaba allí", se lanza Josín Díaz.

Era la tercera vez que la asociación "Rey Pelayo" tenía contactos con Saint-Nazaire, en el marco del hermanamiento entre la ciudad francesa y Avilés. Pero esta era la primera ocasión en la que una delegación amplia se desplazaba, y además ya con el objetivo claro de compartir unos días con una entidad de fines y características muy parecidas, que también trabaja con personas con discapacidad mental.

Y volvieron encantados con la experiencia y con el recibimiento. Los avilesinos cubrieron la distancia hasta Saint-Nazaire en furgoneta -1.000 kilómetros- y nada más llegar comenzaron las sorpresas. "Es difícil transmitir la emoción. Fue un encuentro lleno de magia, nos emocionamos", recuerda la vicepresidenta de "Rey Pelayo", Ana María Díaz. Llegaron a la sede de "Jeunesse et Avenir" y se encontraron con un comedor lleno de gente que los esperaba para darles la bienvenida. No es de extrañar que a más de uno se le escapara una lágrima de emoción. Carteles en español en todo el centro, personas responsables de su atención, guías en español, regalos... No faltó detalle. "También nos recibieron en el Ayuntamiento de Saint-Nazaire", añade Díaz.

La asociación francesa se encargó de buscar una casita en una urbanización al lado de la playa para que pernoctaran los avilesinos. Y en los días de estancia conocieron cómo abordan en Saint-Nazaire la discapacidad. Para ello hicieron distintas visitas. Conocieron un piso tutelado que, para sorpresa de los chicos de "Rey Pelayo", es mixto. Además tuvieron tiempo de visitar un pueblo típico medieval, la planta de bomberos... Hicieron prácticas de conducir en una autoescuela especializada con coches adaptados, algo que les encantó, y también tocaron los timbales y bailaron al son. Y Nati Blanco pudo coser un forro de un bolso en uno de los talleres que visitaron. En definitiva, un menú completo para degustar el viaje, crepes incluidos.

"El último día cantamos para ellos una canción de Asturias en un restaurante", cuenta Miguel Durán. Tanto éxito tuvo la interpretación que tuvieron que volver a repetir, para que los grabaran. El idioma no fue una dificultad. Y es que los chicos franceses y españoles se fueron enseñando lo fundamental, al margen de las lecciones que unos y otros habían tomado para preparar el viaje. "Íbamos aprendiendo unos de otros", afirma Sara Santiago.

La experiencia más práctica fue la visita de talleres similares a los que realiza "Rey Pelayo". Y, según explica Sandra Álvarez, la directora del Centro de Apoyo a la Integración (CAI) avilesino, la gran diferencia no la encontraron en los planteamientos, sino en los recursos económicos de los que disfruta la entidad francesa que, sin embargo, tiene un número similar de participantes. "Fue una experiencia muy bonita, vimos otra forma de trabajar, pero lo que nos diferencia fundamentalmente son las instalaciones y los medios". "Jeunesse et Avenir" cuenta con un edificio completo para sus actividades, y una financiación acorde que aporta el Estado.

Ahora ya sueñan con el día en el que una delegación francesa les devuelva la visita. El recibimiento será, también en Avilés, por todo lo alto, prometen los chicos de "Rey Pelayo". Para empezar, habrá fútbol, y visita al piso tutelado. Y excursiones, y comida, y regalos... Toda una promesa para endulzar el "au revoire".

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