Los ministros de Pesca de la Unión Europea alcanzaron la pasada madrugada un acuerdo para las cuotas del próximo año y que incluye un recorte del 1,4 por ciento de la merluza sur para España, que es la que interesa a la flota asturiana, frente al 36 por ciento que proponía en un primer momento la Comisión Europea. Respecto al jurel del Cantábrico, la bajada será el 23 por ciento (hasta las 11.890 toneladas) frente al 45 por ciento del inicio de las negociaciones.

La ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, acaba de mostrar su satisfacción por los totales admisibles de captura (TAC) y cuotas adoptadas para el próximo año. Destacó que tras una propuesta inicial del Ejecutivo comunitario que era "bastante decepcionante y lejos de ser aceptable", se ha conseguido un acuerdo que permite "estar contentos" por los beneficios que va a representar para los pescadores.

Según las cifras que ha aportado la Ministra, el reparto de cuotas para 2017 supone un incremento total de 41.000 toneladas en las capturas para la flota española, lo que supone unos beneficios económicos de 44 millones de euros.

"La política impulsada por el Gobierno de España, basada en el mejor asesoramiento científico posible, en un control riguroso y en la defensa de un aprovechamiento sostenible de los recursos redunda en una mejora de la rentabilidad y en las condiciones de pesca para el sector español", afirmó García Tejerina.

Las posibilidades de pesca aprobadas por los ministros incluyen una cuota de 1.069 toneladas para el gallo capturado en aguas ibéricas, lo que supone una disminución del 15 por ciento, y un recorte del 25 por ciento para esa especie en caladeros del norte. Además, el texto acordado mantiene la eliminación total de las posibilidades de pesca de cigala del Cantábrico, que ya recogía la propuesta de la Comisión Europea.

Respecto a la anchoa del Golfo de Vizcaya, la flota española podrá pescar la misma cantidad que en 2016 (29.700 toneladas). Además, se incrementan las capturas de rape en aguas ibéricas (un 54 por ciento), de merluza norte (un 10.4 por ciento), de rayas en aguas ibéricas (un 10 por ciento), de jurel del sur de Galicia, Portugal y el golfo de Cádiz ( un 6,9 por ciento), de la bacaladilla de caladeros nacionales (un 72,9 por ciento) y de la cigala del golfo de Vizcaya y del Gran Sol (un 6,7 por ciento y un 8,6 por ciento, respectivamente).

Los ministros también han acordado mantener las posibilidades de pesca para el rape capturado en el Gran Sol y en el mar de Irlanda, así como en el que se pesca en el golfo de Vizcaya. Lo mismo sucede con el merlán y para todos los caladeros de abadejo.