La Policía Local de Avilés recreó ayer las condiciones en las que se produjo el atropello en Los Canapés con el resultado de un hombre, A. M. C., en estado crítico. Los agentes acudieron a la glorieta a la misma hora en la que, 24 horas antes, un vehículo se llevaba por delante a un peatón que cruzaba el paso de cebra del ramal de acceso a la variante de Avilés. Y allí tomaron imágenes para incluir en el informe, y sopesar la influencia de los oblicuos rayos de sol que ya deslumbraron a los conductores en más de una ocasión. La hipótesis del deslumbramiento es la que tiene más fuerza para explicar lo sucedido, ya que el conductor dio 0,0 en la prueba de alcoholemia, y la señalización funciona correctamente, con un semáforo en ámbar continuo advirtiendo a los conductores de la prioridad de los peatones para cruzar el carril.

En las inmediaciones donde ayer se produjo el accidente, nada, al margen de la Policía Local, recordaba el trágico suceso del día anterior. Los jardineros arreglaban el césped y los peatones continuaban cruzando por el mismo paso. Con algún recelo, eso sí. "Hay mucho tráfico y los coches pasan a mucha velocidad", hizo notar Julio González. La velocidad es una de las quejas más habituales de los peatones que transitan por el entorno de Los Canapés.

Manuel Riol, vecino de Las Vegas, pasa habitualmente por este recorrido, y el lunes lo hizo cuando ya se había producido el accidente. Los servicios sanitarios todavía estaban intentando reanimar a A. M. C. cuando él cruzó. "Y ayer mismo casi me lleva a mí un coche por delante", aseguró. Por eso aplaudió la llegada de la Policía Local. "Si estuvieran aquí poniendo multas, los conductores tendrían más cuidado". Riol recordó, además, que es un punto muy peligroso, donde se producen accidentes de forma reincidente y ya hubo quien perdió allí la vida. "Muchos conductores no respetan... Y el sol también influye, al estar bajo", añadió.

Al cierre de esta edición, A. M. C., de 59 años y vecino de La Llamosa, camarero de oficio y muy conocido en la ciudad, continuaba ingresado en el Hospital Central de Asturias, con pronóstico de muerte cerebral. El empujó que le propinó el vehículo conducido por L. E. A. lo desplazó contra el quitamiedos, que fue donde se produjo el golpe fatal. En un primer momento se movilizó la ambulancia y los sanitarios intentaron estabilizarlo en el lugar del accidente. Después lo llevaron al San Agustín y finalmente fue traladado al HUCA. Poco después del accidente operarios procedieron a limpiar las manchas de sangre del quitamiedos que atestiguaban lo sucedido y a cubrir con arena el rastro.

Hace menos de dos meses que un ciclista fue atropellado cuando circulaba en el mismo punto. Afortunadamente en aquel caso el ciclista no sufrió ninguna lesión grave. Menor fortuna tuvo Francisco Moreno, que falleció en el mismo paso de peatones hace seis años, también en el mes de diciembre. El conductor dio negativo en la prueba de alcoholemia. Las autoridades municipales estudian las coincidencias para ver si su denominador común es el deslumbramiento del conductor causado por el efecto del sol en esta época del año y buscar posibles soluciones para esta amenaza.