La gestión del colegio San Nicolás pasará próximamente a manos de la Fundación Santa Olaya que impulsa el arzobispado de Oviedo. "Pero eso no significa que vayamos a cerrar", aseguró Alfonso López Menéndez, el párroco de San Nicolás y el director del centro educativo. "Ni la iglesia, ni Avilés se pueden permitir que este colegio desaparezca", recalcó el sacerdote.

"El único compromiso social con la infancia de la iglesia en Avilés es el centro escolar de la parroquia", señaló López Menéndez. "Y se seguirá manteniendo", recalcó el párroco. "La idea que tiene el arzobispado es que una fundación que gestione todos los colegios parroquiales, pero nos parece que lo está haciendo de manera precipitada", denunció López Menéndez. "Las cosas se empiezan por los cimientos y no por el tejado", apostilló. "No se pueden cambiar 48 años de historia de la noche a la mañana, hay que conocer la realidad de la parroquia y esa fundación debe adaptarse al modo en que hacemos las cosas en este centro educativo", comentó el sacerdote. "No se pueden fusionar colegios que trabajan de modo distinto", añadió.

"Los colegios parroquiales tienen una especificidad que no se puede borrar de un plumazo; el nuestro se fundó hace 48 años con un compromiso que seguimos manteniendo sin quebrarlo: nosotros hacemos justicia, no caridad", recalcó López Menéndez. "Tenemos alumnos de una veintena de nacionalidades, de África a América. Somos ejemplo de que todos juntos convivimos mejor", añadió el sacerdote. "Profesores jubilados vienen por las tardes a dar clases de apoyo a quienes la necesitan, les damos también la merienda. Muchos de los alumnos necesitan más clases de Lengua, de Inglés... Tenemos alumnos musulmanes, algún testigo de Jehová, familias abiertamente ateas, pero que aplauden nuestro proyecto educativo", aseguró López Menéndez.

"Nuestro colegio no da pérdidas: la subvención del Principado cubre los sueldos de los profesores. Lo que gastamos en nuestro proyecto educativo, multiplica nuestra gestión. No entendemos que un colegio tiene que ser un negocio, sentiríamos que engañamos a los niños", comentó el director del colegio. "Nosotros no tenemos un polideportivo que sea la envidia del mundo, lo que tenemos es un proyecto de integración social ensayado durante medio siglo que sólo ha dado alegrías. No vamos a cerrar, más bien vamos a iniciar nuevos proyectos de futuro", concluyó López Menéndez.