La erosión está haciendo estragos en el sistema dunar de El Espartal. El desgaste de las dunas se ha incrementado notablemente durante el último año y la "mordida" llega a las proximidades de la pasarela de madera por la que a diario transitan muchos vecinos. El deterioro comenzó en el área colindante con el paseo marítimo de Salinas y ahora avanza hacia el Este, hacia la playa de San Juan de Nieva. "La acción del mar es visible en un gran tramo del frente dunar que da a la playa. La situación se agrava porque la erosión está haciendo desaparecer el frente de la duna y dejando las pasarelas al aire", alertan los residentes en la zona. "Los temporales invernales traen o llevan arena de la playa, son procesos naturales, pero el deterioro del sistema dunar es muy grave, las dunas avanzan hacia el interior debido a la fuerte acción del mar", añaden.

El desarrollo urbano que se inició en los años sesenta del pasado siglo ha sido una de las causas del progresivo deterioro de las dunas. En los últimos años el problema se está acrecentando por la erosión del mar y del viento. El Ministerio de Medio Ambiente, en un informe que data de hace unos cinco años, alertaba sobre la mala conservación del sistema dunar de El Espartal y aconsejaba tomar medidas para recuperar el entorno. Además, recomendaba restaurar el cordón dunar en la zona occidental, la más castigada por las edificaciones y la que ahora está más afectada por la erosión. Los vecinos sostienen que el Principado y el Ayuntamiento de Castrillón deben exigir a Costas medidas urgentes. "El Principado declaró Monumento Natural a El Espartal y aquí quedó la cosa. Si no puede intervenir en la zona, con el apoyo del Ayuntamiento debe reclamar del Ministerio de Medio Ambiente una actuación que impida que nos quedemos sin dunas", afirman los residentes.

En 2010, el Centro de Estudios e Investigación de Obras Públicas (Cedex), dependiente del Ministerio de Fomento, publicó un informe en el que advertía de la necesidad de un aporte urgente de arena en las playas de Salinas y San Juan. Los informes que desde hace años realiza periódicamente este organismo sobre la falta de arena en la playa de la localidad castrillonense sostienen que los dragados de la ría de Avilés afectan claramente a los sedimentos. Las corrientes marinas son de dirección oeste-este, lo que hace que los movimientos de la arena tengan tendencia a acumularse hacia la bocana de la ría, en el exterior del espigón, pasando posteriormente al interior de la ría, rellenado los dragados que se hacen.

La prolongación del espigón de la zona más oriental de la playa de San Juan de Nieva es una de las soluciones que el Ministerio defiende. La propuesta es aumentar la longitud del espigón en unos 500 metros más, que se sumarán a los 400 que mide en la actualidad. La obra, según algunos expertos, serviría para evitar los depósitos de arena en la bocana de la ría.