"Sonríe cada día". "Si el plan no funciona cambia el plan, pero no cambies de meta". "Lo único imposible es aquello que no intentas". Estas son tres de las dosis de optimismo que ofrece la cafetería del Hospital Universitario San Agustín. La nueva adjudicataria del servicio, que cogió en verano las riendas de esta instalación, ha llenado las paredes de lemas positivos para levantar el ánimo de los pacientes y acompañantes que remueven con una cucharilla el azúcar del fondo de la taza mientras esperan una prueba clínica o se relajan tras una revisión.

Carolina Fanjul es la encargada de las cafeterías (hay dos, una para el público en general y otra para los trabajadores). Y explica que, ya en julio, cuando Mediterránea de Catering se hizo con el contrato para gestionar la cafetería, comenzaron los cambios, que no sólo afectan a la decoración y ambientación del espacio sino también a la presentación y elaboración de los platos. El personal, por el contrario, es el mismo. "Intento poner el menú un poco diferente", explica Fanjul, pensando especialmente en los trabajadores del hospital para que puedan tener mayor variedad de elección. Platos equilibrados y sanos son su objetivo principal, y no se olvida tampoco de las necesidades de los alérgicos a algún tipo de alimento.

Mediterránea de Catering queda ahora al cargo de todos los servicios de hostelería del San Agustín, ya que también es la responsable (desde hace 16 años) de los menús que se sirven a los pacientes ingresados en el hospital, y también de las máquinas de aperitivos y bebida. Es, así mismo, la responsable del servicio de hostelería en el hospital de Jarrio.

La adjudicación del contrato de la cafetería del San Agustín fue seguida de una reforma de las dos cocinas y de una renovación de la maquinaria. Una de sus últimas adquisiciones, que está dando mucho que hablar, son los carros de refrigeración para llevar la comida a las habitaciones, que además de garantizar una óptima conservación del calor, van decorados con vistosas fotos de paisajes asturianos.

Alberto Dávila, responsable de zona de la empresa, y José Manuel Valledor, responsable del centro, explicaron que cada día en la cocina del hospital se elaboran unas 280 comidas para los pacientes, que además pueden elegir su menú entre varias opciones. Y en la cafetería se venden unos 350 pinchos diarios, de lunes a viernes (los fines de semana baja el volumen de trabajo). Este volumen de trabajo es posible gracias a una plantilla de más de 60 personas, incluidos los eventuales. Ellos son quienes hacen funcionar los fogones del centro y además ahora lo hacen en clave positiva.