"Nos ha dejado con las madreñas puestas". Los miembros del consejo pastoral de las parroquias Laspra-Piedras Blancas que se reunieron el viernes con el arcipreste de Avilés, Vicente Pañeda, ya temían un rápido adiós del que ha sido su párroco durante casi dos décadas, Juan Manuel Suárez Menéndez. El sacerdote, que también fue arcipreste de Avilés, falleció ayer tras una fatal enfermedad que le detectaron hace apenas dos meses, y su marcha deja un vacío que los feligreses, y en general los vecinos de Piedras Blancas y San Martín de Laspra, ven difícil de llenar. "Todos afirman que trabajar con él fue una verdadera escuela", señaló Pañeda. Juan Manuel Suárez realizó su actividad sacerdotal en los concejos de Pesoz, Grandas, Sotrondio, Campo de Caso, Avilés, Oviedo y Castrillón.

"Hemos perdido a una gran persona. Era un hombre íntegro y tenía una capacidad increíble de conectar con la gente. Era muy optimista, siempre decía que hay que sumar", manifestó Pañeda. El sacerdote destacó el trabajo que realizó para celebrar el 50.º aniversario de la iglesia de Piedras Blancas. También tuvo palabras de elogio el portavoz del PP de Castrillón, Pablo Quiñones. "Era un hombre bueno, una persona cercana, un sacerdote preocupado por los problemas de la Iglesia y sus feligreses, pero también por los problemas sociales", destacó.

Juan Manuel Suárez Menéndez heredó su amor a servir a los demás a través de la Iglesia católica de su tío Rodrigo Suárez, que fue párroco de Santo Tomás de Cantorbery. Ambos son oriundos de Las Centiniegas, en la parroquia de Priero (Salas). La capilla ardiente por el religioso estará instalada hoy en la iglesia de Piedras Blancas hasta las doce del mediodía, hora en la que comenzará el funeral. Después sus restos recibirán cristiana sepultura en Priero.