Es Navidad, están a punto de visitar la ciudad los Reyes Magos y la imaginación de los niños de Avilés está desatada. Un ejemplo: 25 pequeños transformaron ayer las curvas ideadas por el arquitecto brasileño Oscar Niemeyer para el complejo cultural de la ría en Sus Majestades Melchor, Gaspar y Baltasar. Casi todos los participantes, de entre cuatro y diez años, llegaron a la misma conclusión: Melchor se parece al edificio que cobija el espacio, también conocido por la cúpula. "Melchor es el rey más rechoncho", manifestó un menudo artista al explicar su obra de plastilina. La torre mirador se convirtió en Gaspar y el auditorio, en Baltasar.

Con los pequeños avilesinos estuvieron los especialistas Samuel Armas, Izíar Sánchez y Patricia Pérez, de "Cuéntame un cuadro". "Es muy gratificante pasar un rato con los chavales que, además, tienen ideas buenísimas", sentenció Armas. El artista ayudó a los niños a poner barbas de plastilina a la cúpula, coronas a la torre mirador o vestidos a la "ola".

El taller llamado "Niemreyes Magos" congregó a 25 niños y fue el broche de oro de tres actividades que se celebraron durante estas fiestas en el Museo de la Historia Urbana de Avilés. Hasta este centro se desplazó ayer la concejala de Cultura, Yolanda Alonso, que compartió unos minutos con la nueva generación de artista avilesinos que en los últimos días pusieron rostro a la escultura "Avilés" y caricaturizaron a Pedro Menéndez mientras aprendían parte de la historia de la ciudad.

La actividad arrancó con la elaboración de una corona de rey mago con cartulina amarilla. Nicer Asur González Fernández y su hermana Aurora Marina, de siete y nueve años, fueron dos de los participantes más dinámicos. Uno hizo lo posible por construir una corona al estilo "Star Wars" y otra por "diseñar un modelo único". Los también hermanos Jaime y Julia Blanco, de siete y cinco años, pasaron buena parte de la mañana recortando los extremos de coronas que dejarán en su casa para los Reyes Magos "por si se estropean las suyas".