Los Reyes Magos no pudieron llegar al puerto de Candás en barco por las malas condiciones de la mar. Sin embargo, esa cuestión no aguó la fiesta a los pequeños, que se fotografiaron con Sus Majestades y le pidieron regalos de todo tipo, hasta un coche para un abuelo porque el suyo se había "roto". La comitiva desfiló al compás de las bandas de música y de gaitas.