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Azsa pide permiso a sus dueños suizos para iniciar el macroalmacén de la ría

El gran depósito, como siete campos de fútbol, convertirá la fábrica castrillonense en referente mundial de la distribución de cinc

Pilas de cinc amontonadas en las instalaciones del puerto de Avilés. IRMA COLLÍN

El último escollo para que se inicien las obras de construcción del gran almacén de Asturiana de Zinc (Azsa) en el muelle sur de la dársena de San Juan de Nieva -con una superficie de siete campos de fútbol- se salvará en la localidad suiza de Baar, donde la corporación industrial Glencore -propietaria de la fundidora castrillonense- tiene sus oficinas centrales y donde se discuten los designios de la tercera fábrica de cinc más importante del mundo. Según ha sabido este periódico, Asturiana de Zinc aguarda a que la dirección del departamento de cinc del gigante minero dé de paso el proyecto de construcción de la gran nave, es decir, que provea una partida presupuestaria para desarrollar una inversión que colocaría al Puerto de Avilés y a la factoría asturiana en el centro de la distribución de una de las materias primas más preciadas por la industria pesada mundial.

En paralelo a esta operación, la cotización del cinc se encuentra a niveles anteriores a la crisis. Los metales industriales en la Bolsa de Metales de Londres han tenido uno de sus mejores años en la historia reciente. Las expectativas de la escasez de suministros alimentaron una ola de compras que llevó a los precios del cinc a máximos de nueve años. Glencore, la propietaria de la compañía Azsa, contribuyó a esta ola anunciando una reducción de extracciones. Se de la circunstancia de que el conglomerado industrial suizo es uno de los mayores grupos industriales del planeta.

Este es el contexto con el que se inicia el año en la factoría de San Juan de Nieva, que produce y que pretende también almacenar en los muelles avilesinos, donde construirá una infraestructura acorde con la categoría de la fábrica castrillonense (la tercera del mundo). Así, el pasado 27 de julio, la Autoridad Portuaria otorgó una concesión administrativa a Azsa para que esta ocupase una enorme parcela en los muelles sur y oeste de la dársena de San Juan de Nieva con el fin de convertirla en terminal logística de importación y exportación de materia prima y producto terminado: blenda y cinc metal, mayormente. La concesión de este pasado verano supone que la empresa castrillonense contará con el uso de 45.311 metros cuadrados de suelo portuario a cambio del pago de algo menos de medio millón de euros anuales en concepto de tasa de ocupación.

El uso de este suelo portuario ya se ha hecho efectivo: los barcos que descargan blenda (óxido de cinc) y cargan lingotes de cinc metal lo están haciendo en la dársena de San Juan de Nieva, donde la empresa cuenta ya con un almacén, pero pretende contar con otro mucho mayor. Que este se haga realidad depende, en última instancia, de Daniel Maté Badenes, una de las personas más ricas de España según la revista "Forbes" y el responsable principal del departamento de cinc de Glencore.

La dirección de la fábrica de Asturiana de Zinc (Azsa) espera el "plácet" de Glencore como agua de mayo. La factoría de San Juan de Nieva es la principal de cuantas de su estilo posee Glencore en Europa occidental -las otras dos están en Nordenham, en Alemania, y en Portovesme, en Italia-. De Castrillón sale más de la mitad de la producción del cinc metal que comercializa el gigante que controla Ivan Glasenberg; en 2015, 516.041 toneladas de cinc metal. Según datos oficiales de Glencore, la corporación fundió hace dos años, en sus tres centros operativos europeos, 788.800 toneladas. Esto quiere decir que algo más del 65 por ciento de los lingotes de cinc que vende la empresa anglosuiza salen del Principado, o sea, Azsa es una de las joyas más preciadas del baúl de los tesoros del grupo industrial.

El almacén de la ría de Avilés es fundamental para la estrategia comercial de Glencore, que es la multinacional que controla el 10 por ciento de la producción de óxido de cinc (blenda) en el mundo. El óxido de cinc es la materia prima fundamental para la fabricación de cinc metal, que es el producto principal de la planta de Castrillón. Una tonelada de lingotes requiere de dos de toneladas de blenda. La eficiencia de la planta de San Juan de Nieva está a prueba de bombas. Se da la circunstancia de que Glencore controla el 3,7 por ciento del mercado mundial de cinc, según la agencia Bloomberg.

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