La iglesia parroquial de Nuestra Señora del Carmen de Salinas ha estrenado pila bautismal. La nueva pieza se "inauguró" con los bautizos del pasado sábado, justo cuando se cumple un año de los actos con los que se conmemoraron el 75.º aniversario de la inauguración del templo.

La nueva pila bautismal sustituye a la metálica que se empleaba cuando se celebraban bautizos y después se guardaba. El párroco de Salinas, Agustín González Morera, y sus colaboradores más cercanos idearon la nueva pila bautismal con elementos similares a los ya existentes en el altar mayor. Con la inauguración del baptisterio se concluyen las obras de restauración del templo, que se ejecutaron en 2015 en el tejado, las fachadas y otras zonas.

La construcción de la iglesia de Nuestra Señora del Carmen de Salinas arrancó en 1928, el 7 de diciembre de ese año tuvo lugar el acto de colocación de la primera piedra. El templo, cuya fachada principal da a la calle bernardo Álvarez Galán, se abrió provisionalmente, con la bendición del entonces obispo de Oviedo, Manuel Arce Ochotorena, el 14 de agosto de 1938. El 7 de diciembre de 1940 tuvo lugar la bendición del altar mayor, con el retablo que hoy preside el presbiterio.

El templo fue proyectado por el arquitecto Julio Galán Carvajal y hasta el año 1959 perteneció a la parroquia de Laspra. Hace algo más de 55 años y ante el crecimiento de la población, el Arzobispado de Oviedo constituyó la parroquia de Salinas con el nombre de Nuestra Señora del Carmen. Asimismo, la Virgen del Carmen es la patrona de la localidad y su imagen está en un lugar preferente del templo.

La iglesia, de planta rectangular con cubierta abovedada al interior y a doble vertiente al exterior, conserva un retablo barroco de San Antonio de Laspra. El templo sustituyó como lugar de culto en Salinas a una capilla de fines del XIX que fue derribada poco después de la inauguración del templo. En el catálogo urbanístico de Castrillón, el edificio consta con una protección integral.

En el año 2009, se instaló en el campanario del templo una reproducción de la Cruz de la Victoria que donó a la parroquia el empresario Daniel Alonso. La cruz, de acero inoxidable, fue elaborada artesanalmente por operarios del grupo Tadarsa. El conjunto tiene unos tres metros de altura y pesa alrededor de 100 kilos. Al ser de acero inoxidable su mantenimiento es más fácil. La Cruz de la Victoria sustituyó a la que estaba instalada en el campanario desde los años cuarenta del pasado siglo y que se encontraba muy deteriorada.