Mejorar y ampliar el plan municipal de fachadas. Esta es la propuesta que hizo ayer el concejal del PP Constantino Álvarez, quien reaccionó de este modo al balance del plan municipal durante 2016, que se cerró con 16 solicitudes admitidas. "No se han cumplido los objetivos. Y no se puede bajar la guardia, queda mucho por hacer", aseguró el edil. Reconoció, eso sí, el "cambio en positivo" que registró Avilés en los últimos años. "Pero esta línea de ayudas sigue siendo una herramienta necesaria para contribuir a esa mejora, hay que potenciarla", añadió.

Por eso, en primer lugar, pidió que no se baje la partida presupuestaria. "Mucha gente, una vez que conoce las ayudas, tira la toalla por la escasa cuantía. Estamos a años luz de otros planes de fachada de ciudades como Gijón", indicó. Recetó, por tanto, mayor cuantía, para hacerlas atractivas.

"Otro planteamiento que ya hacía el año pasado es que las ayudas municipales puedan ser complementarias de otras ayudas del plan de vivienda y que vayan ligadas a la mejora de eficiencia energética. Que no sean pan para hoy y hambre para mañana", dijo. Y añadió que esto iría ligado a mayor cuantía económica, porque se trata también de intervenciones más costosas.

Álvarez estima en un centenar los edificios que están protegidos con alambre de gallinero o superficie vallada, ya que el Ayuntamiento les exige mejoras y, como solución intermedia, optan por esos elementos de protección. "Tenemos demasiados edificios en esas condiciones. Eso quiere decir que el plan de fachadas no ha tocado fin", concluyó.