Los conductores de la Compañía del Tranvía Eléctrico de Avilés (CTEA) decidieron esta madrugada no convocar paros parciales como medida de presión para evitar unas rebajas salariales que la empresa niega pero que los sindicatos dan por probables. Los trabajadores acordaron por unanimidad esperar a conocer el fallo del Tribunal Superior sobre el caso que ha generado toda esta crisis. Y es que hay una sentencia judicial que estipula que los trabajadores tienen que descansar media hora cada cuatro horas en una jornada de ocho horas. Y si la jornada es de nueve horas, la parada de descanso sería de 45 minutos. Esa decisión fue recurrida por la propia compañía.

"UGT y CC OO abrimos una línea de mediación con la empresa para intentar complacer todas las partes. La propia sentencia da la posibilidad de flexibilizar ese descanso, por lo que propusimos parar varias veces a lo largo de la jornada. Por ejemplo, tres descansos de 10 minutos. Los trabajadores fueron de buena voluntad y no lo vieron mal siempre que la empresa mantuviera las mismas condiciones en pluses, gestión de turnos...", explicó Javier Ubiaño, presidente del comité de empresa, hace unos días. Así las cosas, los representantes de los trabajadores afirman que llegaron a un acuerdo "verbal" con los responsables de la CTEA en el que se mantenían las mismas condiciones laborales y salariales: "Cuando llegó el momento de firmarlo, nos dicen que tenemos que quitar el apartado que habla de los festivos a trabajar. Eso es una tomadura de pelo", sentenció el presidente del comité.