Los escolares de Primaria del colegio público de Salinas participan en una innovadora iniciativa, que echó a andar en 2013 y que ha ganado ahora en seguidores, para que acudan con seguridad a clases por las calles. "Movilidad infantil" es una propuesta en el marco del Plan Municipal de Infancia de Castrillón en la que, en los últimos cursos, han tomado parte también los centros escolares de Campiello y El Vallín, de Piedras Blancas y Raíces Nuevo.
El objetivo prioritario de la iniciativa es promover la autonomía infantil y que los niños que quieran ir al colegio sin la compañía de adultos puedan hacerlo en condiciones de seguridad. Las asociaciones de madres y padres de alumnos (AMPA) colaboran. El colegio de Salinas recuperó el pasado día 12 el plan, en coincidencia con el cierre al tráfico de la calle próxima al centro, la última medida tomada por el Ayuntamiento para la seguridad infantil.
Los voluntarios controlan los jueves que los escolares que quieran ir o volver solos del colegio lo puedan hacer con seguridad. "Cuando estudiábamos nosotros sería impensable una iniciativa como esta: siempre íbamos y volvíamos solos del colegio", señala Félix Caamaño, uno de los voluntarios que vigila el paso de peatones de la calle Luis Treillard de Salinas para que los críos crucen seguros. Es jubilado y tiene nietos en el colegio, es un voluntario veterano y se le distingue por el chaleco reflectante con el escudo del Ayuntamiento de Castrillón.
La ruta de Salinas discurre desde la calle Luis Treillard por las de Luis Muñiz y Bernardo Álvarez Galán. Entre cinco y seis voluntarios controlan la seguridad de los niños en los cruces del itinerario. Además, unas huellas de colores pintadas en las aceras ayudan también a los críos a seguir el recorrido seguro.
Los adultos que quieran colaborar como voluntarios en la iniciativa pueden apuntarse en los centros escolares que participan.
Teresa Álvarez Martínez de cinco años, es alumna de la Escuela de Educación Infantil que se encuentra a medio camino entre el colegio de Primaria y el punto de encuentro en Luis Treillard. La pequeña hace el recorrido todos los días acompañada de un adulto, ayer su abuelo. "Me gustan las huellas, vengo por ellas", dice Teresa Álvarez. Erica Redondo Muñiz, de siete años y alumna del colegio de Primaria, realizó ayer el recorrido acompañada de su madre María José Muñiz. Cuando llegó al paso de peatones de Luis Treillard, Félix Caamaño controló los coches para que cruzaran con seguridad. "Venimos todos los días caminando porque así hacemos ejercicio. Pero cuando llueve va su abuelo a buscarla en coche", explica su madre.
Delante del colegio, ayer la Policía Local volvió a controlar que los coches no entraran en la calle. Algunas familias se entrevistaron con los profesores para exponerles su rechazo a la decisión de cortar al tráfico la calle Bernardo Álvarez Galán, delante del colegio, entre las de Marola y Oviedo, los días lectivos entre de 8.50 a 9.20 y de 13.30 a 14.20 horas.
