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Una firma emblemática con problemas

Los trabajadores denuncian impagos en Novatex, un símbolo de la industria textil

La empresa corverana, que nació al calor de la planta de Du Pont, presenta un expediente de regulación de empleo para revertir su delicada situación

Trabajadoras en un taller textil de Novatex. MIKI LÓPEZ

Confecciones Novatex está en horas bajas. La dirección de la empresa textil corverana acaba de presentar a la autoridad laboral autonómica un expediente de regulación de empleo (ERE) que se encuentra en tramitación. Asimismo, la firma tiene que hacer frente a siete demandas judiciales por impago de nóminas y otros incumplimientos de contrato, tantas como empleados en una plantilla que ha perdido puestos durante los últimos años. Además, ha presentado -esta vez al Instituto de Desarrollo Económico del Principado de Asturias (Idepa)-, un plan de reflotamiento.

El Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME) certificó la semana pasada la disolución del consejo de administración de la sociedad. María Belén Fernández López pasó, de esta manera, de ser la presidenta y consejera delegada de la empresa a su administradora única. En medios sindicales temen que esta maniobra tenga como finalidad facilitar la presentación de un concurso de acreedores. Novatex llegó a contar con 24 empleadas -actualmente son apenas media docena- y su domicilio social radica en el polígono de La Consolación, en Los Campos.

La compañía fue fundada en el verano de 2000 a la sombra de la factoría que la multinacional Du Pont posee en la localidad carreñense de Tamón, a sólo tres kilómetros de la planta química, que la abastecía de materia prima: el tejido sontara. La actual Confecciones Novatex, S. L. se llamó en sus inicios Xuntara S. L. L. y fue vista en el momento de su fundación como una de las pocas materializaciones del esperado efecto dinamizador de Du Pont sobre el tejido empresarial asturiano.

El planteamiento económico de Novatex fue el de una empresa social que sólo daba empleo a mujeres paradas de larga duración o en riesgo de exclusión social. Esa apuesta recibió el aplauso de las autoridades económicas y empresariales asturianas casi desde el mismo momento de su fundación. En octubre de 2000, por ejemplo, fue reconocida con un premio de la Fundación para el Fomento de la Empresa Social. Pero este no es su único galardón: cuenta también con el premio que el Idepa concede al impulso empresarial. El proveedor oficial de la empresa había sido desde su creación y hasta hace un año la multinacional norteamericana que actualmente se encuentra en proceso de fusión con otra gran empresa: Dow Chemical.

Novatex compraba a Du Pont el tejido sontara, que es un producto de usar y tirar, pero de altas prestaciones, que fabrica desde 2014 la multinacional suiza Jacob Holm en las mismas instalaciones que levantó en su momento la norteamericana Du Pont. Se da la circunstancia, sin embargo, de que la compañía corverana cambió de proveedor hace pocos meses y ahora trabaja con otro tejido que, como el sontara, manufactura y comercializa como vestuario de trabajo y equipamientos de protección industrial.

La firma ha vivido muchos altibajos en sus tres lustros de historia. Sin embargo, el agujero en que se encuentra en la actualidad es de bastante calado. Pero esto no fue siempre así. En 2006, por ejemplo, el entonces presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, anunció que Novatex pretendía triplicar su plantilla de trabajadoras. Por entonces, exportaba a países como Cuba o la República Checa.

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