Avilés quiere seguir el camino iniciado hace ya años por ciudades como Vitoria, donde el uso de la bicicleta y el transporte público casi se iguala con el del coche y la moto. Según los datos de 2014, ese año en la capital alavesa el 13,4 por ciento de sus vecinos transitaba en bicicleta -en 2006 era apenas el 3,3 por ciento-, el 7,9 por ciento iba en transporte público, y el 53,5 por ciento, a pie. Sólo el 24 por ciento usaba vehículos a motor, menos que en años anteriores. Ese cambio de mentalidad se enmarcó en un ambicioso plan de movilidad urbana que le permitió conseguir, en 2012, el título de Capital Verde Europea.

Ahora Avilés se suma a ese tipo de iniciativas y el gobierno presentó ayer las bases del que será su plan de movilidad, que estará listo en 2018. El pliego de prescripciones técnicas para elaborar el documento toma como referencia otros de varios puntos de España, como Valladolid, Vitoria, "sobre todo"; Burgos, Almería... así como los elaborados por el Instituto de Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE), "que es la base de todos ellos".

"El objetivo es que ese plan sea lo más consensuado posible. Suelen ser documentos complicados, por lo que debemos intentar llegar a acuerdos amplios. Y el primer hito es que los grupos municipales trabajen en el pliego y aporten sus propuestas", explicó Luis Ramón Fernández Huerga, concejal de Urbanismo tras presentar el texto a los partidos de la oposición. El plan también incorporará las ideas de los vecinos a través de un proceso de participación ciudadana durante su redacción. El pliego del plan de movilidad, con los añadidos que formulen los partidos políticos, saldrá a licitación por 114.950 euros durante un plazo de cuatro meses. La empresa que gane el concurso, tendrá a continuación siete meses para elaborarlo.

"El reto fundamental del plan es conseguir cambios en el reparto de los modos de transporte para favorecer el uso de medios más eficientes y medioambientalmente más sostenibles frente al automóvil privado. Además, deberá dar respuesta a las principales necesidades de movilidad de Avilés", destacó Fernández Huerga.

El concejal de Urbanismo, Luis Ramón Fernández Huerga, fijó el decálogo de objetivos del documento llamado a cambiar la cara a Avilés. Así, además de buscar alternativas al transporte privado, la empresa que redacte el plan deberá crear itinerarios y espacios "seguros, cómodos, funcionales y accesibles para la movilidad a pie", incluidos los accesos a los centros educativos y de mayores; incorporar la posibilidad de construir aparcamientos disuasorios en el perímetro del centro urbano, adaptar la normativa municipal hacia los nuevos criterios de movilidad y fomentar el uso de la bicicleta como modo habitual de transporte.

Entre los fines también están la distribución urbana de mercancías de una forma ágil y ordenada y fijar itinerarios y las adecuadas condiciones de circulación para el transporte de mercancías peligrosas, e impulsar la intermodalidad para alcanzar un uso eficiente de los diferentes modos de transporte.

Los trabajos a realizar por parte de la empresa adjudicataria del contrato incluyen el análisis del estado actual del transporte público, la circulación viaria, el transporte de mercancías, la movilidad urbana, el aparcamiento o el sistema viario, entre otros. La responsable del plan también deberá hablar con los ayuntamientos limítrofes del transporte público para recabar su opinión sobre la posibilidad de hacer nuevas rutas porque, como recalcó Huerga, las líneas de autobús no sólo afectan Avilés sino también a Castrillón, Corvera y Gozón.