Olga Rodríguez García tiene 59 años. "En marzo cumplo los sesenta, pero todavía falta mucho", advierte esta mujer de charla agradable que es una especie de torbellino siempre dando vueltas en busca de nuevos desafíos. Nació en Villalegre y es "hija de villalegrinos". Aunque ahora vive en Las Vegas, en Corvera, su currículo personal y laboral está ligado a este barrio primero indiano, ahora obrero. En Villalegre creció, estudió y abrió también un negocio: una peluquería. Durante años dedicó su tiempo a poner guapas sobre todo a mujeres que requerían sus servicios y con los cuarenta cumplidos decidió dar un giro a su vida, otro más.
Optó entonces por vivir "un periodo sabático". "Viajé mucho, en ese momento era lo que quería hacer", explica. En el año 2011 la vida le llevó a encaminar su vida en una nueva dirección. El fallecimiento de su marido marcó un antes y un después. Olga Rodríguez todavía se emociona al recordar a Justo Ureña Hevia, el que fue cronista oficial de Avilés y su compañero hasta su muerte, a los 86 años. "Era un hombre entrañable, una persona maravillosa", recuerda, emocionada, esta mujer que entonces se hizo socia de la Asociación de Amas de Casa de Avilés, un colectivo que por aquel entonces y desde hacía una década pilotaba Ana González. Un año después y tras el cese de González, Olga Rodríguez se puso al frente del grupo.
"Fue una decisión que no pensé mucho, la verdad; me lo planteé como un reto", subraya Olga Rodríguez, que tras cuatro años como presidenta de las amas de casa de casa de Avilés prevé dejar el cargo en junio, cuando está prevista la celebración de elecciones. "He dedicado los últimos cuatro años a la asociación y creo que hay que dejar a las socias que tomen las riendas del colectivo porque ser socia supone también involucrarse y comprometerse en la organización de actividades", expone esta mujer.
El colectivo de Amas de Casa de Avilés aglutina a día de hoy a 468 personas, en su mayoría pensionistas con edades que oscilan entre los 50 y 90 años. "El perfil de las mujeres que están asociadas es el de personas valientes con ganas de vivir la vida. Muchas tienen detrás historias duras de hijos, nietos, padres o maridos y aquí encuentran una ventana de aire fresco", reconoce.
Olga Rodríguez encontró amigas, también compañeras de viajes y actividades. Las Amas de Casa de Avilés organizan cada lunes conferencias en la Casa municipal de Cultura. También tienen un coro y hasta hace poco contaban con un grupo de baile. Periódicamente, el colectivo organiza viajes culturales y una vez al año las de Avilés se mueven por Europa. Este año irán a Sicilia, el 21 de mayo. Hasta entonces aún tienen que celebrar comadres -el día 23 de febrero en el Ferrera- y otros muchos eventos. "Se trabaja mucho para que todo esto salga adelante y yo tengo la suerte de contar con un equipo maravilloso que consigue que todo funcione a la perfección", sentencia esta mujer que anima a las amas de casa de Avilés a hacerse socias.
"Las personas interesadas deben pasar por el local social, en la plaza de Santiago López, presentar una fotocopia del DNI y tres fotos", recalca. La cuota es de 15 euros al año. "La tesorera tiene que hacer magia con el dinero porque la cuota es baja, pero hay que destacar que la mayoría de los conferenciantes no nos cobran. También hay que agradecerle al Ayuntamiento su colaboración", dice. Las amas de casa llevan organizadas en Avilés desde los años setenta del pasado siglo.
Olga Rodríguez prevé abandonar el cargo en verano. Entonces este torbellino de Villalegre se planteará nuevos retos. Porque su vida es un paseo de desafíos. Y eso es lo que le gusta. "La vida hay que vivirla al día", concluye.
