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El San Agustín ofrece el contacto "piel con piel" a los padres en los casos de cesárea

El apego temprano estimula la digestión, da seguridad al bebé y ayuda a regular su temperatura, defienden los pediatras

El especialista en pediatría David Pérez Solís, en su despacho del Hospital San Agustín. RICARDO SOLÍS

La técnica conocida como "piel con piel", ahora también para los padres. Esta es la iniciativa que ha comenzado a ofrecer el Hospital Universitario San Agustín para aquellos casos en los que la madre no puede estar pegada a su bebé en las primeras horas de vida, esto es, en los nacimientos mediante cesárea. Hasta ahora, durante esas horas que la madre pasaba en la unidad de reanimación el recién nacido quedaba custodiado en una incubadora, lejos de las caricias familiares. Según explicó el responsable en funciones del servicio de Pediatría, el doctor David Pérez Solís, aproximadamente la mitad de los padres a los que se les dio esta opción la aceptaron. "Como es algo que es relativamente nuevo, hay muchos padres a los que todavía les suena un poco raro", explicó.

No obstante, las matronas han comenzado a dar la información correspondiente durante el embarazo, para que haya más conciencia entre los futuros padres. Entre las ventajas que se señalan de este contacto "piel con piel" están ofrecer al bebé calma y seguridad, estimular su digestión y regular la temperatura, entre otros. Además, en los casos en los que es la madre la que puede realizar esta práctica, facilita la alimentación temprana del bebé y estimula la liberación de hormonas que ayudan a la lactancia materna. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda esta práctica.

La atención a los recién nacidos forma parte de la atención del servicio de Pediatría del San Agustín. En todos los partos, los bebés pasan dos revisiones médicas: al día siguiente de nacer y al recibir el alta. En algunos casos, además, reciben atención en la incubadora. El centro sanitario cuenta con ocho incubadoras-cunas. Según el doctor Pérez Solís, aproximadamente una cuarta parte de los recién nacidos tienen que estar algunas horas en la incubadora. "Normalmente son estancias muy cortas, ya que vamos reduciendo los periodos de observación tras una cesárea", explicó el especialista.

Recién nacidos al margen, el principal motivo de ingreso hospitalario en el servicio de Pediatría en 2016 fueron las infecciones respiratorias, con la epidemia de gripe. Diciembre, explicó el responsable, fue un mes muy complicado. "Lo que más notamos fueron las bronquiolitis, y se juntó con la situación regional que tenemos de plantillas de Pediatría muy justas; tuvimos que hacer encaje de bolillos para programar", señaló. El otro motivo de ingreso más importante fueron las gastroenteritis. "Existe vacuna pero no está incluida en el calendario oficial; es muy típica de los meses fríos, del invierno", precisó haciendo alusión al inyectable que se vende con el nombre comercial de "Rotateq".

La tendencia del San Agustín es a reducir la hospitalización en Pediatría, ya que el ingreso es el último recurso. "Si uno mira de 20 años para acá, claramente ingresan muchos menos niños. Sin embargo se hacen más consultas externas", indicó el doctor Pérez Solís. En ese aumento de las consultas externas hay razones como el desarrollo de las subespecialidades pediátricas, o el aumento de la demanda en consultas como los trastornos del aprendizaje, la obesidad y los trastornos del crecimiento.

Mejor criterio

Mejor criterio

En cambio, en la reducción de la hospitalización cuentan factores como un mejor criterio en Atención Primaria y en Urgencias. "Antes había más tendencia a ingresar los niños en situaciones que se podían tratar en el domicilio. Un niño con una gastroenteritis vomitaba dos veces y quedaba ingresado, ahora se apura más porque la mayoría de las veces no es necesario", explicó el doctor Pérez Solís.

Esa reducción de la hospitalización de la población infantil hace que sea difícil que se llenen las 20 camas de pediatría con que cuenta el San Agustín. "Cuando hay problemas de capacidad no es por falta de habitación, sino por falta de cunas cuando hay epidemias con lactantes pequeñitos, pero normalmente no ocurre", concluyó el pediatra del Hospital San Agustín al frente del servicio tras la marcha de Isolina Riaño.

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