El Marino celebró las fiestas del Socorro con un cierto sabor agridulce tras el empate (0-0) con el Lugones. Los luanquinos son ahora sextos con 46 puntos, los mismos que el Cova (quinto) y tres menos que el Tuilla (cuarto), los dos equipos que le preceden en la pelea por el play-off, sin olvidar al Oviedo B que se pone a sólo tres puntos de los azulones.

El partido de Santa Bárbara tuvo dos protagonistas destacados en el portero Marcos, que volvió al once tras cinco jornadas, y el extremo Dani Pevida, que llevaba tres semanas fuera al sufrir una contusión intercostal en el choque con el Mosconia en Grado y jugó diez minutos al final tras sustituir a Polo en el 80.

El jugador ovetense asegura que la lesión ya está olvidada. "Me sentí bien, apenas sin molestias". El futbolista no oculta su satisfacción por volver a jugar, aunque lamenta el empate. "Esperemos que podamos ganar el domingo porque queda mucha Liga y pelearemos hasta el final por el play-off", señaló.

Marcos vivió sensaciones encontradas. Lo bueno es que logró mantener la portería a cero por primera vez en los cuatro partidos que disputó con el Marino, pero es la primera vez juega y no gana. Y es que contra el Lugones en la primera vuelta (3-2), el Lenense (3-4) en Pola de Lena y contra el Tineo en Miramar (6-1), encajó pero el equipo sumó los tres puntos. "Estoy contento a nivel personal porque resolví bien el trabajo que tuve, pero hubiese preferido encajar y ganar, como en los anteriores partidos".

El portero ovetense dice que el equipo pudo ganar en Lugones "porque controlamos el partido y tuvimos muchas llegadas", pero recuerda que "no es fácil ganar para nadie porque los equipos ya luchan por sus objetivos". Y el del Marino está claro. "Ahora mismo peleamos por el cuarto puesto y está muy cerca, yo creo que lo podemos conseguir aunque es verdad que los que van por delante fallan poco".

La vuelta al once de Marco en detrimento de Davo demuestra el interés del técnico, Adolfo Pulgar, de mantener metidos a todos los jugadores de la plantilla. "El técnico ya me había dicho al principio que aunque no fuese el portero con más minutos, necesitaba que estuviese rodado porque quiere tener confianza en el segundo también", comentó.

La plantilla luanquina descansó ayer lunes debido a la fiestas y vuelve al trabajo esta mañana (10.30 horas), en Balbín. Los azulones reciben domingo (12.00 horas) en Miramar al Condal.