"Llovía torrencialmente, no se veía bien, por eso iba en segunda", declaró ayer en el Penal número 2 una mujer acusada de un atropello mortal el pasado año en un paso de cebra en la travesía urbana de Raíces Nuevo (Castrillón). "Paré en un semáforo en rojo y reanudé la marcha. Al rebasar el último paso de peatones sentí un fuerte impacto en la parte del copiloto", dijo la conductora que confesó que viajaba con dos niños en el coche y que en ningún momento vio al peatón, un hombre de 88 años que murió al poco tiempo de ser ingresado en el Hospital San Agustín.

Ella misma fue la que, al comprobar que había un peatón tendido en el suelo, malherido, llamó al 112 para pedir una ambulancia. Los hechos ocurrieron sobre las 18.30 horas del 4 de enero. La esposa y el hijo del fallecido han renunciado a cualquier indemnización y ni siquiera se han personado en la vista oral celebrada ayer en Avilés, tal como recalcó el abogado de la acusada, Francisco Manuel García Fernández.

Tanto la conductora como los agentes de policía que acudieron de testigos y un perito que fue llamado a declarar coincidieron en la escasa visibilidad de aquel día por la fuerte lluvia, que obligaba a los coches a circular a escasa velocidad, concretamente a unos 30 kilómetros por hora. De hecho, la seguridad y la señalización del paso a nivel en cuestión fue posteriormente reforzada y mejorada, según explicaron los agentes de la Policía Local de Castrillón que acudieron a declarar.

El perito fue contundente: "Ningún conductor tendría tiempo de reaccionar". La Fiscalía mantuvo su petición. Considera que los hechos son constitutivos de un delito de homicidio imprudente y solicitó que se condene a la acusada a un año y seis meses de prisión, a la privación del derecho a conducir durante dos años y al abono de las costas procesales.

Su defensa ha solicitado la libre absolución para la conductora por entender, entre otros argumentos, que no pudo reaccionar ante la irrupción del peatón en la calzada. "No ha habido ninguna infracción del reglamento", señaló.