El Centro Infantil Sagrada Familia de Las Vegas es pura innovación educativa. En su continua búsqueda de modelos metodológicos que impulsen la formación de los más pequeños, hace tres años puso en marcha el proyecto "Búscame... que te cuento", que tiene como objetivo desarrollar en los alumnos la inteligencia lingüística y mejorar el interés por la lectoescritura, según explica Marisa Fernández Álvarez, directora del centro corverano, que cuenta con 142 alumnos de entre cinco meses y seis años. Este trabajo ha resultado finalista en el concurso escolar "Premio a la excelencia e innovación educativa", en el que han participado centros de seis países. Está convocado por la Asociación Mundial de Educadores Infantiles, un movimiento de renovación pedagógica de la educación infantil.

"Búscame... que te cuento" está dirigido a niños de tres, cuatro y cinco años. Se basa en el personaje de un detective (papel que desempeña el niño) que busca una letra que debe inspirar después todo un cuento. Se trata de una actividad motivadora para los pequeños alumnos y en ella se involucran los padres, explica la directora de la Sagrada Familia, ya que juntos, en casa, localizan el grafema objeto de la investigación en diferentes soportes: un juguete, una revista, un puzzle, un relato infantil, un cartel... Después, en el centro del aula, ataviados con la gorra y la pipa del detective, los pequeños muestran sus hallazgos a los compañeros.

El primer contacto con la letra tiene lugar a través de un cuento. Después de escucharlo, las profesores preguntan sobre su historia para pasar a trabajar los caracteres en cera, lápiz, plastilina, arena, papel, tableta...

Con este método, los niños juegan y aprenden, indica la profesora. "Cada letra es un personaje y todas pertenecen a una familia", comenta Marisa Fernández, para resaltar la conveniencia de "dar facilidades a los niños en el aprendizaje ya que cada uno tiene su estilo". "Si seguimos su ritmo evitaremos el fracaso escolar. La lectoescritura llega con la madurez del alumno, y no por mucho machacar para que lean lo hacen antes". dice. La rutina forma parte de este proceso, añade. "En Educación Infantil les ayuda a organizarse. Genera hábito y éste, a su vez, crea actitud", advierte la especialista

Con la aplicación de proyectos y métodos novedosos, el centro infantil de Las Vegas busca ofrecer a su alumnado "una formación integral para que tengan éxito en el futuro", manifiesta la directora, para señalar los tres pilares sobre los que se asienta la innovación: el aprendizaje cooperativo, las inteligencias múltiples y las destrezas de pensamiento. A estos cimientos suma la adaptación de los espacios, el uso de las nuevas tecnologías, la formación del profesorado y un equipamiento que permita su desarrollo.

La continua búsqueda de fórmulas que favorezcan el aprendizaje es, dice Marisa Fernández, una característica de las escuelas infantiles. "Siempre vamos por delante, estamos en continua búsqueda ya que somos inquietos por naturaleza", comenta la docente, seguidora de los pedagogos Montserrat del Pozo y Francesco Tonuchi, la educadora María Montessori o el psicólogo Howard Gardner, innovadores en el campo de la educación y cuyos métodos se hacen un hueco en el centro de Las Vegas, inaugurado en 1975.

Abierto de 7.30 a 17.30 horas para conjugar la vida laboral y familiar, la Sagrada Familia, de titularidad parroquial, tiene una máxima: cuidar los aspectos pedagógicos y educativos de los niños, así como su bienestar. "Empieza a valorarse la escuela infantil. Ya no se considera una guardería, por eso se cumple un horario lectivo", relata la directora que, al igual que el resto de la plantilla, mantiene una estrecha relación con las familias. "Se implican en los proyectos pedagógicos, siempre acuden a nuestra llamada y vemos que existe una gran confianza en este tipo de colegio", manifiesta para valorar el equipo del que forma parte, compuesto por 15 personas, dos de ellas de cocina, ya que las instalaciones educativas cuentan con comedor y cocina propia en el que comen la casi totalidad de los alumnos, "niños que casi nacen aquí, ya que llegan con pocos meses". "Cuando se van nos da pena porque son como hijos", concluye quien encabeza un equipo que califica de compacto. "Aquí se trabaja con armonía; el personal está implicado y con gran motivación", remata.