El Museo Marítimo de Asturias ya no corre peligro de cierre, los trabajadores cobran al mes y ya cuenta con calefacción, algo casi impensable hace tres años. Sin embargo, el centro requiere de más fondos para desarrollar nuevas actividades, editar publicaciones y adquirir nuevos materiales. "Hace ya cuatro o cinco años que no podemos hacernos con nada por culpa de la cuestión económica; y todo es se solucionaría aumentando el patronato con un nuevo socio que aporte 15.000 euros anuales para poder respirar", señala el director del museo, José Ramón García, que recuerda a los empresarios que la participación en el centro trae consigo reducciones fiscales de hasta el 40 por ciento. Las autoridades portuarias de Avilés y Gijón aportan cada una 15.000 euros; el Principado, 20.000; y el Ayuntamiento ronda los 100.000 euros.

García rememora los tiempos en los que el centro museístico de la calle Gijón adquiría nuevos artículos en viejos anticuarios y también acudía a la casa de subastas más famosa del mundo, Christies, en Londres. "Allí conseguimos un catalejo de un metro, un buzo completo, un sextante y unos colmillos de cachalote decorados mediante el arte de 'scrimshaw'", detalla el responsable del centro museístico luanquín desde 1991. Tras algo más de un cuarto de siglo al frente del Marítimo, García considera que una aportación más de dinero permitiría la colocación de filtros en las ventanas y también desarrollar más labores de mantenimiento.

La falta de recursos económicos obliga al centro a agudizar el ingenio de cara a desarrollar nuevas exposiciones. La próxima, que versará sobre el mundo de los piratas y los corsarios, reciclará elementos de la muestra sobre el descubrimiento de América, "Tierra", ya retirada. "La reproducción a escala que hicimos de 'La Pinta' se convertirá en un navío pirata, tenemos que apretarnos el cinturón, los trabajadores ahora cobran al día, pero nos siguen haciendo falta más patronos para respirar con tranquilidad y hacer más actividades", manifiesta José Ramón García, que recuerda los tiempos en los que comenzó la Fundación del Museo Marítimo de Asturias y "llegó a haber dinero en el banco". "Llevamos tiempo viviendo al día y considero que el museo merece la pena, esos 15.000 euros anuales que podría aportar un solo patrono servirían para vivir más tranquilos", concluye el responsable de las instalaciones.