"Dedazo", "retrotraerse", "que lo asuma el Principado"... Son algunas de las expresiones oídas ultimamente en relación a lo que está pasando en el Conservatorio de Avilés. Y a mí me parece de una tremenda irresponsabilidad y frivolidad hablar de esa manera. Demuestra un total desconocimiento de la realidad que vive el Conservatorio.

Desde bien pequeño escuché en mi casa que "la mentira tiene las patas muy cortas" y que "con la verdad por delante se va al fin del mundo". Pues bien, en este caso aplico las dos; por un lado me atrevo a decir lo que sigue convencido en primera persona de toda la verdad, ya que a esta mentira le están durando demasiado las patas.

Vamos a retrotraemos en el tiempo, justo al momento de la jubilación del primer director; es ahí cuando se habla por primera vez de "dedazo". Pues sí, porque a pesar de los intentos por parte de una mayoría del claustro de intentar hablar con nuestro máximo responsable por aquel entonces para hacerle ver que lo mejor para la elección de nuevo director era que hubiera unas bases en las que cualquiera de los profesores pudiera presentarse, aquel concejal se empeñó en que no fuera así. Él sabrá por qué, y si quiere que lo explique. Ahí nació el traje a medida para una sola persona. Que a nadie le extrañe el lógico malestar del profesorado por este motivo.

Acostumbrados a trabajar en un ambiente idílico en el que lo único que debíamos hacer era disfrutar de la música con toda la comunidad educativa, de repente tuvimos que empezar a preocuparnos de nuestras titulaciones, y lo digo en primera persona porque aunque no fuera yo uno de los afectados, lógicamente cuando persiguen a uno o a varios de tus compañeros también te persiguen a ti.

Mentira tras mentira, y cada una más surrealista. Por mencionar alguna, la que hace culpable de todos los males del Conservatorio al director saliente, José María Martínez. Sí, culpable, pero de luchar toda su vida por un proyecto que debería ser el estandarte de la cultura en Avilés. Culpable de tratarnos a todos por igual. Ni siquiera una palmada en la espalda en agradecimiento a su trabajo... En fin. Eso sí, circularon fotos robadas con comentarios como "la mano que mece la cuna". Hay que ser ruin, mentiroso, mezquino... pero que cada cual cargue con su conciencia.

Otra mentirijilla que me gustaría mencionar es la que me hace candidato a la dirección del centro con el visto bueno del Ayuntamiento (aquí irían bien unos cuantos emoticonos de la risa), candidatura que no fue posible ya que el señor juez dijo que no, que había que ser funcionario. Mi gozo en en pozo, con lo que a mí me gusta "la dirección". Pues si que me hubiera gustado ser director, pero de los de batuta, aunque no lo haya logrado porque mi capacidad me marcó una sola cosa: tocar el clarinete.

¿"Dedazo" para evitar el más reciente vacío de poder en el Conservatorio tras la anulación del nombramiento de quien fue su directora? Yo más bien lo entiendo como una solución de urgencia para acatar una sentencia, con la enorme suerte de haber encontrado a una persona criada en esta casa, buen músico, buena persona y con los arrestos suficientes como para aceptar el reto de ayudar a achicar el agua del barco que no pocos intentan hundir. Pues no lo vais a hundir, porque somos muchos a achicar. Lo que deberían hacer es dejarnos seguir haciendo música y músicos, que para eso estamos. El que no quiera entender que el Conservatorio es la casa de la música y no de las leyes debería hacer la maleta y cambiar de aires.

Ahora, por suerte, sí que tenemos a alguien al frente de la Fundación Municipal de Cultura que nos escucha, nos tranquiliza y nos pide que disfrutemos de nuestro trabajo, alguien que tiene un equipo de juristas que se encargan de lo que nosotros no tenemos por qué saber hacer. Y es que somos profesores de música, y lo único que queremos es luchar por la cultura musical de nuestros hijos.

Por eso os ruego a los que a diario tenéis acceso a la prensa, bien como periodistas o como representantes del pueblo, que seáis prudentes y penséis en el daño que podéis hacer desde esa atalaya. O mejor, que utilicéis esas plataformas para hablar del buen hacer de nuestro Conservatorio, de sus alumnos y de sus profesores, de quienes han hecho un referente a todos los niveles a nuestro centro.

Muchas gracias.