Profesores y alumnos de Restauración de la Escuela Superior de Arte miran con ilusión al próximo curso, cuando estrenarán nueva sede cerca del Centro Niemeyer. "Mucha de la obra que tenemos en el centro ya está finalizada, hay piezas en proceso y también nos pondremos con las que no hemos sido capaces de restaurar aún, para poder devolverlas antes del traslado", explicó la directora de la Escuela, Carmen Álvarez-Rúa.

Una de las piezas que está lista para entregar es una anda procesional de alpaca plateada de los Padres Franciscanos. Llegó a Valliniello hace siete años, verde por el óxido, y ahora luce en todo su esplendor. "Es de mediados del siglo XX y hubo que incluir réplicas, porque no estaba entera", explica la profesora Ainhoa López Formadela.

En plena intervención está la escultura "Hombre y mujer", que Margarita Cavestany creó en 1958 para decorar la fachada del ambulatorio de Llano Ponte, edificio que lleva la firma de su hermano, el arquitecto Fernando Cavestany. Fue en 2002 cuando el Ayuntamiento identificó a la autora de las estatuas, poco después de retirarlas del inmueble. Están hechas de cinc y se trata de una representación figurativa muy esquematizada. La obra no fue enclavada en la fachada hasta 1961, días antes de la inauguración del antiguo ambulatorio de Llano Ponte.

En el taller de restauración escultórica también espera la fuente de piedra labrada que decoró la plaza de Camposagrado antes de su remodelación, justo en el lugar en el que ahora se erige la escultura de Carreño Miranda. "Es de mediados del siglo XX, entró aquí en 2013 y es una copia de una fuente que hay en Grado y que regalaron al Ayuntamiento de Avilés", explica Luis Suárez Saro.