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JUAN MANUEL TRUJILLO | Secretario de pesca de CC OO y representante del sector a nivel europeo

"Si un producto pesquero vale menos de un euro, seguro que detrás hay explotación"

"Los jóvenes no quieren incorporarse al sector por su inestabilidad y precariedad; no hay un convenio mínimo que establezca las normas"

Juan Manuel Trujillo Castillo, la semana pasada, en Avilés. MARA VILLAMUZA

Juan Manuel Trujillo Castillo, secretario de pesca de Comisiones Obreras y presidente de esta sección europea en la ETF (Federación Europea del Transporte), acaba de visitar Asturias para conocer de primera mano los problemas de la gestión pesquera en la región. Para ello, se reunió con representantes del sector, como Dimas García, presidente de la Federación regional de Cofradías. También les quiso trasladar la aplicación de la Política Pesquera Común (PPC) en sus aspectos más sociales con el fin de profundizar "en el diálogo social", la formación y la salud laboral.

-Uno de los problemas de la flota asturiana son los cupos, que se siente agraviada respecto a otras flotas cantábricas...

-Un problema común de todo el caladero del noroccidental es la carencia de cuota. Es mayor la demanda que lo que se puede ofertar. Lo primero que habría que hacer es que los recursos se redistribuyan con la mayor racionalidad y flexibilidad posible. Creemos que hay que variar los criterios y que lo que debe primarse es la sostenibilidad social, económica y medioambiental, pero situando en el centro a las personas, a los trabajadores no priorizando sobre los recursos medioambientales, que también. Y computar esos criterios, además del histórico. Otra de nuestras propuestas es que el modelo tanto español como de las comunidades autónomas se parezca al modelo, en cuanto a crear mesas, foros o consejos consultivos para debatir entre todos los sectores que conforman la pesca. Nos evitaríamos muchos malos entendidos y situaciones algunas veces de confrontación.

-Los pescadores asturianos piden que se retire el reparto por históricos y que sea lineal.

-Es muy difícil romper ese concepto, viene acuñado desde el ingreso de España y Portugal a la UE. No obstante, hoy en día las circunstancias han cambiado y además está el "Brexit", que nos puede hacer replantearnos algunas cosas.

-¿Cómo afectará el "Brexit" a la pesca? Desde algunos sectores se está pidiendo que las cuotas de Reino Unido se repartan entre el resto de países.

-Lo que pretende el Reino Unido es mantener las cuotas y eso va a plantear una dificultad tremenda en las negociaciones. Los sindicatos europeos entendemos que si hay una corresponsabilidad en la gestión, se puede seguir con el status quo de hasta ahora, si no, no sería oportuno renunciar a los derechos históricos de la flota y a la apertura total de la unión. Estamos muy preocupados porque va a tener incidencia en el empleo. Eso sí, tiene que tener claro que no van a poder pescar lo que quieran.

-España es uno de los principales consumidores de pescado, pero no tiene cuotas suficientes para abastecer el mercado. ¿No es posible incrementarlas para no tener que depender de las importaciones de terceros países?

-En Europa, ese problema es genérico. En todos los estados hay más demanda que oferta y la parte que hay que completar viene vía terceros países. La Unión Europea tiene una flota importante que pesca en caladeros fuera de aguas comunitarias y España es una gran potencia. La flota española tiene unos umbrales de exigencia mayor que los otros por la regulación de la UE tan rigurosa y comprometida con los estándares mediambientales, económico y sociales y se ve en muchas ocasiones en situaciones desfavorables, porque está sometida al "dumping" (práctica de vender por debajo del precio normal o a precios inferiores al costo con el fin de eliminar a la competencia) por parte de esos terceros países. Deberíamos regular y exigir que la flota y los productores de esos terceros países que quieran acceder a nuestro mercado tengan los mismos umbrales de cumplimiento de la legislación.

-En Europa, hablan de la sostenibilidad medioambiental y socioeconómica, pero los pescadores dicen que como sigan así las cosas van a tener que desguazar. ¿Cómo se compatibilizan amibos intereses?

-La solución debe ser equidistante y pasa por cambiar la filosofía. Y de eso depende mucho la mentalidad del consumidor. Debe ser consciente de que si un producto pesquero cuesta menos de un euro el kilo o lata de conserva, detrás hay una seguramente una explotación, un "dumping" económico y social que hace que los costes disminuyan en favor de sobre explotación de trabajadores, casi en condiciones de esclavitud, como se ha visto que pasa en terceros países, sobre todo en la zona asiática, africana. El consumidor debe ver que esos productos proceden de mercados no transparentes, de la pesca ilegal. Las organizaciones sindicales, además, entendemos que no es posible llevar más pescado a puerto porque lo que hace es que los precios caigan y el sector no sea sostenible ni social ni económicamente

-¿El futuro del sector pasa por menos flota y más especializada?

-Pasa por optimizar los canales de comercialización del sector. El pescador debe ser gestor de los canales de comercialización y darle más valor añadido a sus productos. Hay que entrar la etapa de los preparados

-¿Los problemas del sector en Andalucía son los mismos que en Asturias?

-La pesca es una actividad muy plural, diferente entre los Estados y regiones europeas, y los problemas vienen a ser los mismos. El denominador común es la capacidad de capturas, la demanda que hay y la falta de recursos. Eso es genérico. Lo que se intenta a través de esta evolución es conseguir introducir mecanismo de sostenibilidad económica, de diálogo social para ir corrigiendo estos posibles desajustes y por otro lado la diversificación de la actividad, abrir nuevos campos.

-¿Qué papel juegan los sindicatos?

-Fundamental. Lucha por potenciar y mantener el empleo a través del diálogo social y el compromiso de una paz social dentro de la actividad pesquera que dé seguridad económica, jurídica y estabilidad de los mercados.

-Y usted que está en Europa, ¿qué papel juega España en todas las negociaciones?

-Muy importante. Es el país que tiene la flota más importante, tiene un número de empleos mayor dependiente de la pesca que otros países, somos grandes consumidores y nuestro mercado es de los que tiene mayor rentabilidad. Y los beneficios trascienden de la actividad pesquera.

-¿Y esa importancia pesquera está bien defendida por el gobierno actual? Porque los pescadores critican que no sea capaz de defender los intereses de la flota.

-Cuando el gobierno, en este caso del PP, escucha a la flota, debate con ella y atiende a criterios mayores que los económicos, sino también a los sociales, se tiene mayor capacidad de incidir en las negociaciones de la UE. Y ése es el camino.

-¿Y ahora está escuchando a la flota?

-Desde el pasado mes de diciembre cambió de actitud y sí se preparó antes de la reunión del Consejo de Ministros y habló con el sector, aunque debería tener mayor atención a los sindicatos. Hizo los deberes y la argumentación socioeconómica que llevaba era de gran calado e impacto e hizo a la comisión modificar sustancialmente el borrador de reparto que llevaba. Fue menos perjudicial.

-Por lo que dice, ¿el Gobierno no atiende a los sindicatos?

-Se puede hacer mucho mejor. Tiene un déficit importante respecto al modelo europeo. Allí, los sindicatos están en los consejos consultivos, tienen una mesa especifica de diálogo social...

-¿Qué les parece el nuevo Secretario General de Pesca, Alberto López-Asenjo?

-Estamos a la expectativa. Le hemos solicitado una reunión para trasladarle los temas que nos preocupan, como el relevo generacional en el sector, que se abran los censos y las tripulaciones a la participación de la mujer y también los temas de formación. Hay que perfeccionar la formación para que los pescadores que salen de las Escuelas Náutico-Pesqueras y los que ya están trabajando puedan acceder a los cursos que les permiten obtener la valoración y competencia pertinente ya que ahora hay muchas dificultades.

-¿Los jóvenes no quieren incorporarse a la pesca? ¿No lo ven como un sector atractivo?

-No por su inestabilidad y precariedad. Nadie quiere embarcarse si no es capaz de tener un convenio mínimo que establezca unas normas de trabajo, en cuanto horarios, condiciones sociales, ingresos... Y los que quieren ir se encuentran con varios handicap, como la imposibilidad de hacer prácticas en las empresas porque no lo facilita la administración. Los titulados no tienen posibilidad de embarcar porque no hay convenios con las empresa, las industrias...

-Quedan muchos retos por delante...

-Muchos y creemos que son viables siempre que haya una mayor interlocución y una mayor corresponsabilidad del sector en la gestión. No se puede elaborar la legislación de forma unilateral y querer imponerla. Hay que buscar la complicidad y corresponsabilidad a través del diálogo.

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