Veinticinco años y tres meses de cárcel, pago de multas que suman 46.000 euros y de indemnizaciones por valor de 245.000 euros. Estas son las penas que solicita la Fiscalía para los cinco acusados del "Caso Niemeyer", la investigación judicial abierta en diciembre de 2012 a instancias del Principado por presuntas irregularidades en la gestión del centro cultural cuando estaba bajo la dirección de Natalio Grueso. Después de cuatro años de instrucción, el Ministerio Público notificó ayer su escrito de calificación provisional de los hechos y atribuye a los investigados malversación, estafa y delito societario, bien como autores o como cómplices. El exdirector del Centro Niemeyer, Natalio Grueso, afronta la mayor pena: 11 años de cárcel y la inhabilitación para cualquier contrato con las administraciones públicas o entidades del sector público durante una década. "Es una persecución personal tan disparatada que no tiene nada que ver con la justicia. Me sorprende que convertir un lugar tan remoto como Avilés en una capital cultural del mundo se pague así", dijo un Grueso, "tranquilísimo", tras conocer los hechos que le atribuye la Fiscalía.

El resto de investigados se enfrentan a penas de entre ocho y 1,2 años de cárcel. El Ministerio Fiscal atribuye al agente de viajes J. M. V. R. un presunto delito de estafa y otro de malversación (en este caso no como autor, sino como cooperador), por los que pide para él ocho años de cárcel; a José Luis Rebollo, exsecretario de la Fundación del Niemeyer, lo ve cooperador necesario en un presunto delito societario (el que castiga abusos de poder por administradores en perjuicio de una sociedad) y solicita dos años y tres meses de cárcel; a J. P., exmujer de Natalio Grueso, la considera cómplice de un presunto delito continuado de malversación, con una pena de dos años y medio de prisión, y a Marc Martí, exjefe de producción del Centro Niemeyer, cómplice de un presunto delito de malversación, por el que solicita año y medio de cárcel.

El fiscal Alejandro Cabaleiro detalla en su escrito, de 62 páginas, una supuesta trama fraudulenta de falsificación de facturas. Sostiene que Natalio Grueso realizó, con la absoluta confianza de la Fundación del Centro Niemeyer, sabedor de la "falta de supervisión y control económico" y con la ayuda y colaboración de J. M. V., "una serie de gastos, unos totalmente ajenos a la Fundación (de ocio) y otros de dudosa vinculación, que cargó al presupuesto del Niemeyer". Para ello, prosigue, ambos bien "crearon facturas totalmente falsas" bien "alteraron sus conceptos" con el fin de que "no se reflejasen en las cuentas anuales" de la entidad o que lo hiciesen "bajo conceptos ficticios".

La Fiscalía también detalla 24 facturas por servicios de viajes realizados por la mujer de Grueso, J. P., "sin que ésta tuviese vínculo laboral alguno con la Fundación, que encubrían viajes de naturaleza personal y basados únicamente en su condición de esposa" del director del Centro Niemeyer. Entre ellas, hay vuelos a París, El Cairo, Nueva York, Catar, Roma y Los Ángeles. Ella declaró en su día que jamás se benefició de la Fundación que dirigía su entonces marido y que colaboró en la gestión de forma "desinteresada".

El fiscal, como en su día denunciaron los actuales gestores del complejo cultural, también concluye que hay "facturas por servicios de viajes realizados por personas ajenas laboralmente a la Fundación y basados únicamente en su condición de familiares o amigos de personal de la entidad o del secretario del patronato". No consta que estos beneficiaros tuviesen conocimiento de las alteraciones en los documentos.

El agente de viajes J. M. V. R., continúa el escrito de acusación, "confeccionó una serie de facturas por las que cargaba a la Fundación gastos de servicios de clientes suyos, totalmente ajenas a la entidad y a cualquiera de sus empleados, sin que conste que tales clientes fuesen conocedores de la posterior facturación a la Fundación". "Todo ello, en ejecución de un plan preconcebido y con la finalidad de evitar decirles a sus clientes que el servicio que habían contratado resultaba más gravoso que el que inicialmente les había dicho y por el que habían pagado. Las facturas así confeccionadas eran giradas contra la Fundación y entre ellas se encuentra un cargo de 9.000 euros al Niemeyer relacionado con un viaje al circuito de Silverstone, en los Dolomitas italianos".

El listado de irregularidades detectadas por Cabaleiro es extenso. También considera que Grueso y J. M. V. R., junto con la participación de Rebollo a partir de 2009, actuaron de forma irregular con la facturación de Viajes El Corte Inglés (principal proveedor del Niemeyer) para "que se pudiesen presentar al patronato unas cuentas lo más saneadas posibles y ocultar el concepto de los gastos reales". Entre otras cosas, añade, destruyeron y sustituyeron una serie de facturas para "no destacar los costes reales que para la Fundación tenía el apoyo económico a la película del cineasta Woody Allen la película 'Vicky Cristina Barcelona'" (varias escenas se rodaron en Asturias). Todo esto desembocó en que el 31 de diciembre de 2011 la Fundación del Niemeyer presentaba un patrimonio neto negativo de 2,8 millones de euros y un capital corriente negativo por importe de 1,3 millones, lo que motivó finalmente la declaración de un concurso voluntario de acreedores. El Niemeyer aún está pagando la deuda acumulada con los proveedores. En cuanto a Martí, el fiscal concluye que Grueso le entregó "9.000 euros sin justificación alguna".

El exdirector del Niemeyer lanzó ayer dardos contra el Ministerio Público. Aseveró que el fiscal que participó en la instrucción (Jesús Villanueva) "no veía ninguna posibilidad de formular acusación alguna" y que se derivó el caso a un fiscal de Oviedo "que se ocupa de Medio Ambiente y que no ha estado en ninguna fase del proceso"."Es una barbaridad", dicen los defensores

También arremetió contra el inspector de la Agencia Tributaria que colaboró en la investigación a petición del juez: "El informe pericial lo hizo una persona que estaba a sueldo de la acusación", espetó. Natalio Grueso está convencido de que finalmente se demostrará que "nadie se ha llevado un solo euro" y que lo que se está enjuiciando "la idoneidad de unos gastos y no su legalidad". "El patronato, cada uno de sus miembros, aprobó los gastos. Si alguien es responsable es todo el patronato que lo aprobó, no su director artístico, que es lo único que he sido", concluyó.

Para Pelayo Mijares (abogado de Grueso) "no se piden penas tan elevadas ni siquiera para asuntos más graves" y puso como ejemplo el "Caso Marea". "Aquí nadie tocó dinero, estamos ante gastos que pueden estar mejor o peor justificados pero nadie se enriqueció con ellos. Esto es un despropósito", señaló Mijares. El abogado ovetense, como su cliente, hizo hincapié en que "el fiscal que calificó los hechos (Alejandro Cabaleiro) no intervino en la investigación de los hechos": "Esto ocurre a veces, pero si esto es tan grave como dicen debería haber calificado el fiscal que participó en la instrucción".

En la misma línea fueron las declaraciones del representante legal del agente de viajes J. M. V., Antonio Pineda: "Seguiremos manteniendo la libre absolución, no comparto en absoluto la calificación de los hechos de la Fiscalía contra mi representado".

"Mi capacidad de sorpresa no acaba de agotarse", aseveró el letrado Luis Tuero, defensor de J. P. , tras conocer la acusación de la Fiscalía. "No lo puedo entender de ninguna de las maneras. Aquí no hay participación a título lucrativo. Deberíamos estar ante un caso de orden civil, no hay responsabilidad penal de ninguna de las maneras", opinó. Una vez notificada la acusación del fiscal, las acusaciones tienen un plazo de veinte días para presentar sus respectivos escritos. En el "Caso Niemeyer" está personada como acusación particular la Fundación del Centro Niemeyer y Foro Asturias como acusación popular. Después será el turno de los abogados defensores. Todavía faltan meses para que el "Caso Niemeyer", que echó a andar hace más de cuatro años, llegue a juicio.