Ha pasado un año desde que se celebraron las primeras elecciones sindicales en Du Pont, pero la dirección de la multinacional "no se ha acostumbrado al cambio en las relaciones laborales", explica Daniel Vaquero, el secretario general de la sección sindical de SOMA-UGT en la planta de Tamón. "No reconocen al comité de empresa y tampoco a la sección sindical, mantienen en funcionamiento lo que ellos llaman 'red de personal', una serie de personas elegidas por la dirección que se supone que tienen que ser el hilo conductor de los trabajadores con la dirección y al revés", añade. "Pero ya hay representantes sindicales. Nunca los había habido en 25 años, pero ya estamos aquí", insiste.

El comité de empresa de Du Pont está conformado por 13 miembros de la Lista Independiente de Du Pont Asturias (LIDA) y 8 del SOMA. En virtud de ello, el puesto de presidenta y de secretaria está en manos de la LIDA. "Presentamos nuestras iniciativas y no las rechazan porque ni las contestan", se lamenta el representante sindical. "La nueva presidenta de Du Pont sólo se reunió con nosotros en una ocasión y nos dijo que las relaciones con los trabajadores no iban a cambiar porque habían funcionado muy bien durante 25 años", denuncia.

"Todo esto lo tuvimos que denunciar en la Inspección de Trabajo y el día 21 de diciembre visitó por primera vez en la historia de la planta. Recomendó lo normal: que nos facilitara información a la que teníamos derecho para realizar nuestro trabajo. La carta de la inspectora es de dominio público, la dirección pidió un tiempo para acomodarse a la nueva situación: llevamos más de un año", recalca. "Consideramos que este desdén no puede seguir y, por eso, vamos a convocar a los trabajadores a asambleas informativas en unos días", anuncia Vaquero, que dirige una sección sindical que comenzó en febrero de 2016 con una decena de personas, pero que ha crecido "cada semana" y ya alcanza a más de medio centenar de personas, aseguran los compañeros de Vaquero.

Las reclamaciones del SOMA se enfocan hacia la equiparación salarial. "La antigüedad en el puesto está absorbida en la nómina como un plus más. Además, existe una variación de sueldos enormes entre los que empezamos hace veinticinco años y los que se han incorporado en los últimos tiempos. También queremos negociar un convenio propio: nos regimos por el general de Químicas y somos la empresa con mayor número de horas laborales de nuestro entorno. Consideramos que existen concesiones que la empresa nos ha ido dando todos los años que no queremos perder y eso es posible, estamos en pleno proceso de fusión y no sabemos quién va a mandar cuando se concluya. No quieren ni hablar de ello", comenta.