José María Esteban Corral ya está trabajando en la comisaría de la Policía Nacional de Avilés en comisión de servicio. El nuevo comisario -procedente de Irún (Guipúzcoa)- llegó a Río San Martín hace unos días como avanzó este diario y ahora su presentación está pendiente de que el nombramiento se haga oficial con la publicación del cargo en el Boletín Oficial del Estado (BOE), lo que puede demorarse varias semanas. José María Esteban Corral sustituye en el puesto a Agapito Pérez, recientemente jubilado.

Precisamente, la jubilación de Pérez aún colea en la Comisaría avilesina. Entonces una treintena de agentes de la Policía Nacional se reunió alrededor de una mesa en una conocida sidrería de la ciudad mientras que el que había sido su jefe durante los últimos siete años celebraba su fiesta de despedida como comisario de la ciudad con casi dos centenares de personas, entre ellas, veinte policías destinados en la ciudad. A los agentes críticos con Pérez se les abrió una investigación, según denunció días atrás el sindicato Alternativa Sindical de Policía (ASP). Ahora son los propios agentes los que piden al instructor de Régimen Disciplinario de la Policía Nacional de la Jefatura Superior de Policía de Asturias, Germán Sánchez Cuesta, que "pida perdón".

"Recientemente acudió a las dependencias policiales de Avilés, y desconocemos si lo hizo por iniciativa propia o empujado por su simpatía hacia Agapito Pérez. El motivo que le arrastró no fue otro que una comida entre decenas de compañeros que se celebraba el mismo día, a la misma hora y en un lugar cercano a la comida de despedida de su amigo Agapito", relatan los agentes en un comunicado escrito en primera persona del singular que han "colgado" en los tablones informativos de Río San Martín. Agregan: "Parece ser que a usted (Germán Sánchez) y a algún otro no le agradó este hecho tan afectuoso que no se llevaba a cabo desde que Agapito cogía las riendas de la Comisaría. Esto demuestra que donde termina la ley comienza la tiranía, cruel, cobarde y débil, que no fue otra que la de intentar obligar a un hombre a pagar lo que no se merece (?)" A Sánchez los agentes le advierten de que "ha perdido toda credibilidad, rango, mando y dignidad".

Al instructor de Régimen Disciplinario le alertan, a su vez, de las "situaciones de riesgo" sufridas por los agentes dedicados a las labores de seguridad y calabozos. "Trabajan de manera unipersonal de manera frecuente, sin chaleco antibalas y tanto éstos como los que realizan su brillante labor en otras áreas de la comisaría han tenido que soportar como su amigo y exjefe manifestaba que sus bajas psicológicas eran perretas y sus excusas por motivo de seguridad eran banales", precisan.