Fernando Leira Almagro, atleta gijonés afincando en Avilés, ha fallecido hoy a los 46 años de edad.

Fernando Leira padecía ELA (esclerosis lateral amiotrófica), una enfermedad neurodegenerativa que no tiene cura y que afecta a las neuronas motoras dando lugar a una paralización progresiva de los músculos. Hasta que le fue diagnosticada, trabajaba como conserje en la Universidad de Oviedo, corría maratones y compartía vida con su esposa, Mayte Sánchez. Ambos residían en Avilés.

En los últimos años empleaba todas sus energías en actuar de portavoz de una enfermedad que llamaba "huérfana" y "rara".

Cuando recibió el diagnóstico decidió que no se rendiría, abrió en Twitter un diario y logró que varios atletas luciesen en las pruebas en las que participan el dorsal 32, que él mismo utilizó en numerosas ocasiones. Un dorsal que se convirtió en símbolo de su lucha contra la ELA.

La capilla ardiente se ha instalado en el tanatorio de Avilés