La lluvia y la bajada de temperatura ayudaron ayer por la mañana a los bomberos a apagar el incendio que se declaró en Bayas el lunes por la noche y que arrasó entre 40 y 50 hectáreas de monte bajo y eucaliptos. El fuego comenzó poco después de las 21.00 horas en la ladera situada sobre el aparcamiento del playón y se propagó a gran velocidad debido al fuerte viento del Oeste que azotaba la zona. Los bomberos de los parques de Avilés, Pravia y Valdés y una empresa forestal trabajaron toda la noche y sobre las diez de la mañana de ayer (casi doce horas después de iniciado) dieron por extinguido el incendio, según el Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA).

La Guardia Civil, la Policía Local y los vecinos, pese a la fuerte lluvia de ayer por la mañana, estuvieron toda la jornada vigilando los focos en los que comenzó el incendio. Según varios residentes, el fuego podría haber sido intencionado, pues percibieron hasta tres focos diferentes "junto a la playa nudista y el aparcamiento". Las pesquisas para aclarar las causas del incendio ya están en marcha.

"La duna, el cementerio y varias casas libraron por metros. Los caminos hicieron de cortafuegos y la lluvia ayudó a terminar con el fuego. Lo mejor es que no hay que lamentar daños personales porque los bomberos trabajaron toda la noche con malas condiciones y el fuego no llegó a las casas", señaló ayer el presidente de la asociación de vecinos de Bayas, Manuel Redondo.

Los vecinos se lamentaban ayer del panorama desolador que dejó el fuego junto al playón y en la zona de la Rebollera. "Es una catástrofe medioambiental", se quejaban. Algunos residentes se enteraron ayer por la mañana del desastre. "El lunes por la noche algunos vecinos olieron a madera quemada pero creían que se trataba de la chimenea de alguna vivienda", explicó Redondo. Durante la madrugada del martes las llamas eran visibles desde varios puntos del concejo de Castrillón como Salinas y San Juan. "El paisaje desolador que dejó el fuego va a seguir así muchos años, es una pena. Ahora los vecinos queremos saber las causas del incendio", manifestó el dirigente vecinal.

El de Bayas es el tercer incendio de grandes proporciones que sufre el municipio en los últimos meses. La rotura de un cable de alta tensión, producida por la caída de un árbol en el núcleo de Linares (Naveces), causó un incendio que ha afectado a una importante extensión de terreno el pasado 6 de septiembre. Los bomberos tardaron más de cinco horas en apagar el fuego que calcinó una zona de monte de eucaliptos y matorrales. Este año comenzó también con un siniestro, el pasado 8 de enero, un incendio arrasó una nave agrícola de Arancés, obligó a evacuar a al menos 18 vacas y los bomberos tardaron varias horas en apagar el fuego que causó daños a la nave que almacenaba bolos de hierba y a la cuadra, además de causar quemaduras a dos reses. Algunos testigos manifestaron entonces sus sospechas de que el incendio pudo haber sido provocado.

El año pasado se contabilizaron en Asturias 1.544 hectáreas quemadas en incendios forestales. Se trata de una de las cifras más bajas en los últimos años sobre todo en comparación con el año 2015 cuando ardieron 22.000 hectáreas como consecuencia de los incendios forestales. Según los expertos, los incendios que se producen de forma natural o fortuita son los menos, la mayoría son intencionados o por negligencias.