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la mansión de los cuentos

¡Se escapan los personajes del cuento! (3)

Con las prisas, los protagonistas de los relatos infantiles se equivocan de narración y a la hora de regresar a casa se meten en otras historias

Dulce Victoria Pérez Rumoroso acudió al colegio público de Sabugo para hablar de las aventuras de Ratonchi y de cómo el roedor recorre por el subsuelo todos los rincones de la ciudad.

Acababa de aparecer antes mis ojos mi vieja amiga, la Brujita Peladilla, dueña de la Mansión de los cuentos. Tras los aplausos, se dirigió a sus invitados y comenzó a hablar. Su voz era dulce y melosa, parecía acariciar los oídos. Su sonrisa maravillosa. Sus ojos eran marrones y sinceros. A través de ellos, podía sentirse el cariño y el amor más grande del universo. La Brujita era muy especial.

Acarició a sus invitados sentados en primera fila y comenzó a contar un cuento. Puedo decir que fue el más bonito y alucinante que escuché en mi vida. Todos estábamos muy atentos. Tal fue así, que se me había olvidado que estaba escondida.

Tras los aplausos había quedado suspendida en el aire una pluma de alguno de los pajaritos allí presentes que comenzó a descender hasta posarse en mi nariz. No pude evitarlo: estornudé

¡Ahh ahhh aaaaachísssss!

De repente todos los allí presentes se giraron y me miraron. Se habían dado cuenta de mi presencia por culpa de mi estornudo.

¡Oh no! Pensé. La mansión se había sumido en un gran silencio que duró pocos instantes. De repente los personajes de los cuentos se asustaron al verme y cundió el pánico. Comenzaron a correr como locos. No querían que los hubiese pillado fuera de mis cuentos y trataban de escapar como podían. ¡La locura reinaba en La Mansión de los Cuentos! Con las prisas para que no les pillase, los personajes corrieron hacia la puerta, saltaron nuevamente a las pompas de jabón para ir a casa y meterse nuevamente dentro de los cuentos, pero lo que nunca se imaginarían es que con las prisas habían cogido las pompas de jabón equivocadas. Se dejaron guiar y se metieron casi sin pensar ni darse cuenta dentro de los cuentos, pero cuentos equivocados...

¿Os imagináis a la malvada bruja Picotera haciendo de Mary Poppins? ¿Podéis haceros una idea del tipo de niñera que sería? Y lo terrible que sería escucharla cantando... No sé si habría algo peor. ¿Y qué me decís si la buena de Caperucita llega a casa de su abuelita y se encuentra que su abuela es un gato francés? ¡Y nada menos que el temido y engreído Gatoleón Buenatrape! Todos sabemos que lo que temen los elefantes son los ratones ¿verdad? Pues imaginaos a Dumbo y Ratonchi juntos... Y como el ratoncito es muy inquieto, imaginaos que se pone nervioso y después de su aventura junto a Dumbo, se mete en otro libro que desde ese momento pasa a llamarse "El ingenioso hidalgo Don Ratonchi de la Mancha"! ¡Eso sí que sería terrible! Ratonchi por La Mancha y en Avilés, tratando de enseñar las calles y lugares importantes a los niños, nada menos que Don Quijote de la Mancha ¿Os lo imagináis caminando por Galiana y la Cámara, cuesta abajo, con su pesada armadura, tropezando y cayendo al suelo repetidas veces? Creo que Avilés no está hecho para Don Quijote...

No os perdáis las siguientes aventuras, prometo que serán muy divertidas.

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