"El día que dicen que robamos en La Luz (23 de junio de 2015) no vi a M., no forcé ningún coche en la calle Ponce de León para robar un gato hidráulico, no entré en el local de la asociación de vecinos de La Luz ni en el bar Palanqués", declaró ayer uno de los investigados como supuesto autor de un robo con fuerza en las cosas continuado. El otro imputado confirmó la versión. "Aquel día salí de casa a las seis de la madrugada para ir a trabajar en la rula", declaró ante el juez del Penal número 2. El Ministerio Fiscal pidió para cada uno de los acusados, ambos vecinos de La Luz, una pena de tres años de cárcel.

El juicio se celebró a falta de un testigo y después de dos suspensiones a las 11.20 horas, como estaba previsto. En la vista prestaron declaración seis personas más en calidad de testigo, entre ellas la propietaria del coche supuestamente forzado por ambos jóvenes y la presidenta de la asociación de vecinos de La Luz, Carmen Martínez. La primera señaló que el robo de su coche -del que tuvo constancia el día 24 por la mañana- ocurrió de madrugada. "Me faltaba el radiocasete y el gato hidráulico", dijo. Martínez apuntó que los presuntos ladrones accedieron al local vecinal forzando una ventana ahora tapiada. "Se llevaron el ordenador, cosas que íbamos a utilizar en las fiestas de San Pablo y vales para una paella. Además sufrimos destrozos en el local", dijo, y recalcó que al lugar en el que ocurrieron los hechos "solo tienen acceso los miembros de la junta directiva de la asociación vecinal". En el juicio declaró también el dueño del ordenador sustraído y la que en el momento que ocurrieron los hechos estaba al frente del bar Palanqués de La Luz. Del establecimiento, precisó, los cacos se llevaron una televisión de plasma "y un aparato de internet".

Prestó declaración también un agente de la Policía Nacional que enlazó todos los sucesos -robo en el coche, en el local vecinal y en el bar- de acuerdo a sus investigaciones. "Todo indica a que los ladrones utilizaron el gato hidráulico para forzar la verja de la asociación de vecinos", subrayó. Destacó además el hallazgo de la huella de uno de los investigados en el local del colectivo de vecinos.

La fiscal reconoció basar su petición de cárcel -tres años para cada imputado- en indicios. Los abogados de los investigados, María Jesús Suárez y Jonathan Morís, pidieron la libre absolución para sus defendidos. "No queda acreditado que participaran en los hechos juzgados", coincidieron. El caso quedó visto para sentencia.