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Picotera Poppins (I)

La repulsiva llegada de la bruja montada en su escoba y con un montón de escarabajos en sus zapatos

Dibujos realizados por los alumnos del colegio público El Vallín (Piedras Blancas) en un taller de ilustración sobre los cuentos publicados por LA NUEVA ESPAÑA de Avilés.

Hola amigos y amigas. Este cuento es muy especial para mí, ya que mientras vosotros lo leéis yo ya estaré de viaje rumbo a Córdoba, al acto de proclamación del ganador de los Premios "Princesa de Gerona", en la categoría de "Las Artes y las Letras", al cual opto. Quería expresaos mi gratitud por tantos mensajes de cariño y buenos deseos que he recibido. Gracias a vosotros que leéis mis cuentos y a LA NUEVA ESPAÑA por creer en mí. Este viaje no sería posible sin vosotros.

Ahora sí, os dejo con el cuento. Espero que os divierta y lo paséis tan bien leyéndolo como yo me lo he pasado escribiéndolo. ¡Menudas risas me eché!

Cuando pillé a los personajes de mis cuentos saliendo de sus libros me alarmé muchísimo. ¿Qué hacían fuera de sus cuentos? ¿Se habían vuelto locos? Pero cuando ellos me vieron a mí se pusieron más nerviosos aún. Ya sabía que eran muy traviesos, pero esta vez se habían pasado. En cuanto se dieron cuenta de mi presencia, se pusieron histéricos y empezaron a correr de un lado para otro sin casi saber qué hacer. Corriendo, se metieron de nuevo en las pompas mágicas de jabón para regresar a casa y volver a introducirse en sus respectivos cuentos, pero con las prisas se confundieron y ¡se fueron a parar a los cuentos equivocados! ¡Menudo lío!

La bruja Picotera, una de las protagonistas del cuento "Ratonchi salva la Navidad", nunca se entera de nada y esta vez no iba ser diferente. Con las prisas y los nervios, tras haberles pillado fuera de los cuentos, la malvada bruja se introdujo en un cuento equivocado, y fue a parar nada más y nada menos que al de ¡Mary Poppins! ¿Os imagináis a la malvada bruja Picotera haciendo de Mary Poppins? ¿Podéis haceos una idea del tipo de niñera que sería? Y lo terrible que resultaría escucharla cantando... No sé si habría algo peor.

El cuento de la simpática niñera cambió automáticamente su nombre por el de "Picotera Poppins". Cuando los pequeños Jane y Michael Banks escriben la carta solicitando a sus padres una nueva niñera, jamás se imaginarían que tendrían nada más y nada menos que a la Bruja Picotera.

Y es que ese día, cuando soplaba el viento del este, un cierto tufo se olfateaba. Un alegre deshollinador miró al cielo y dijo:

-Viento del este, pero con cierto tufo a cloaca... ¡Dios mío, qué es eso qué viene volando!

Y allí, mis queridos amigos, llegaba ella... La terrible, horripilante y malvada ¡bruja Picotera!

¿Recordáis la imagen del elegante aterrizaje de Mary Poppins con su paraguas? ¡Pues borradla de vuestras mentes! Porque quien llega ahora es Picotera, montada sobre su escoba, con un montón de escarabajos en sus zapatos que caían por el aire sobre el pelo de la gente que paseaba. Aterrizó, cogió su escoba en la mano y picó a la puerta en la casa de los niños. Cuando la familia abrió la puerta y se encontraron con Picotera, sus rostros quedaron pálidos como la nieve.

-¿Qué miráis tarugos?, -y diciendo estas palabras la bruja accedió a la habitación de los niños, los cuales estaban muertos de miedo.

Sobre la mesa de su habitación posó su bolso y comenzó a sacar de todo: arañas, más escarabajos, una chancla de su hermana Apestosa, una lechuga, el tapón de la bañera, dos gusanos, tres cucarachas, una muela de su bisabuela, un árbol pocho, chorizos...

-Repulsivos niños, -dijo con su voz de bruja. -Vamos a aprender algo muy importante: ¡desordenar la habitación!

Los dos hermanos se miraron, el cuento había cambiado demasiado...

-Para desordenar la habitación debemos cantar una canción que dice algo así como "Con un poco de mugre es la merienda que os doy"...

Y así la bruja comenzó a cantar a la vez que de su boca caían babas y escupitajos con cada sílaba pronunciada. Mientras, todos los juguetes se iban desordenando solos hasta quedar la habitación hecha una pocilga.

-Ya está, mocosos. Ya hemos destrozado por completo la habitación, les diré a vuestros padres que habéis sido vosotros y así os regañarán-. Su risa de bruja perversa hacía eco y retumbaba en las paredes.

Lo siguiente que se le ocurrió a Picotera fue tratar de meterse por la chimenea para llegar al tejado de la casa y ver a los deshollinadores, los cuales pensaba que eran brujos como ella, pues llevaban algo parecido a una escoba y estaban sucísimos.

Su plan se vio truncado. Cuando intentó subir por la chimenea, se quedó atascada... su trasero era demasiado gordo y ni los niños pudieron empujarla. La imagen era escalofriante, la bruja atascada en la chimenea con las piernas o patas colgando, llenas de pelos larguísimos y los niños en el suelo mirando hacia arriba tratando de desatascar a la horrorosa bruja... Creo que esta imagen no podrán borrarla de sus mentes.

-¡Esta chimenea es una birria! ¿Cómo lo hará el papanatas de Papá Noel?

Después de estar un buen rato atascada en la chimenea los niños consiguieron sacarla tirando fuertemente de sus piernas hasta que Picotera cayó al suelo, pero su trasero gordinflón amortiguó el golpe.

Continuará...

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