Revocar con un mortero reversible de cal y arena las fachadas, ahora de mampostería, de la iglesia de Santullano en Oviedo. Es la propuesta que ayer defendió en Avilés el restaurador Jesús Puras, que participó en las XI Jornadas de Conservación y Restauración que organiza la Escuela Superior de Arte. "Uno de los grandes problemas de este edificio, tras estudiar todas sus patologías interiores y exteriores, así como la conservación de los murales y el propio edificio, es la pérdida de su guarnecido, de su revoco original", dijo. Tal es así que los muros de San Julián de los Prados están "descarnados, son auténticas esponjas, y están haciendo fluir el agua con contaminantes atmosféricos del exterior al interior", amenazando una de las obras más singulares del patrimonio nacional. Por eso, la solución que propone es la de volver a cubrir las fachadas con un mortero reversible, pero hasta ahora nadie ha recogido el guante. "Plantea problemas políticos, sociales... Y se va aparcando, se va demorando, porque nadie quiere coger la sartén por el mango y tomar decisiones de este tipo", lamentó Puras. El restaurador puso como ejemplo de lo que podría hacerse la intervención en San Salvador de Priesca. En cambio, una posible acción con productos hidrofugantes "no solventaría el problema", aseguró. La conservación de una de las joyas del Prerrománico asturiano, la iglesia de Santullano en Oviedo, es un tema recurrente en el debate cultural y político de la región.

Durante su ponencia, Puras hizo un recorrido por los vestigios de pintura que quedan en los edificios del Prerrománico, que en origen tenían un aspecto muy diferente del habitual, recubiertos totalmente de murales tanto en el interior como en el exterior. Eso sí, aclaró, no son frescos, sino aplicación de los pigmentos sobre el mortero en seco. El conjunto de Valdediós, Santullano, Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo son otros tantos ejemplos de monumentos que preservan en sus muros velados recuerdos del esplendor cromático que se plasmó hace más de once siglos.