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FERNANDO ZUMALACÁRREGUI | Director del Museo Naval, ofreció ayer una charla en Avilés

"La principal cualidad del submarino es su discreción"

"El pueblo español debería estar orgulloso de su Historia y sin embargo existe cierto sentimiento de culpa"

Fernando Zumalacárregui. M. V.

De comandante de un submarino pasó a almirante jefe del arsenal de Cartagena y, en la actualidad, dirige el Museo Naval, en Madrid. El almirante Fernando Zumalacárregui visitó ayer Avilés para ofrecer en el Centro de Servicios Universitarios la conferencia titulada "Ciencia y conciencia de submarinista".

- ¿Somos conscientes de la dimensión marítima de España y de la cultura, historia y el legado que arrastra?

-España no tiene conciencia de la importancia marítima, pero tampoco de la de la Historia que tenemos. Deberíamos ser un pueblo orgulloso y sin embargo en muchos casos tenemos un sentimiento de culpabilidad por lo que hemos hecho. Es posible que tenga una gran culpa la leyenda negra, pero también es un error nuestro, que no hemos sabido enseñar y hacer querer nuestra Historia. El español no quiere su Historia, en algunos casos se avergüenza. Se han resaltado más los aspectos negativos, que en ocasiones no son ciertos, que los muchos positivos.

- Dentro de esa dimensión marítima, el arma submarina es la gran desconocida en el mundo naval. ¿Por qué?

-Porque la principal cualidad del submarino es la discreción, que no se conozca ni se sepa nada de él.

- ¿Qué representa el submarino en la defensa de España?

-Es un arma que no está al alcance de todas las naciones. Tiene grandes capacidades, no solamente como máquina de ataque, también apta para la defensa. Gracias a su cualidad de discreción es propia para disuadir al posible enemigo.

- ¿También sirve y se usa para la vigilancia?

-Efectivamente, es un arma de vigilancia, de inteligencia y recopila información que puede ser muy útil. En determinadas situaciones puede ayudar a la vigilancia en la lucha contra la droga, el contrabando de armas, de personas.. porque se puede situar en zonas en las que puede vigilar sin ser detectado y obtener información que de otra manera sería muy difícil.

- ¿Cuántos submarinos tiene actualmente España?

-Tres. Quizás es poco comparado con otras potencias y con nuestra Historia. Poco antes de entrar en la armada hubo un periodo en el cual sólo teníamos uno. Era americano, tenía el número 31 y se llamaba el "treintaiúnico". Luego, estando en la flotilla, llegamos a tener nueve. Se fueron dando de baja con la idea de poner en marcha uno nuevo, el S80, que por dificultades en la construcción se ha ido retrasando.

- ¿Significa que está muy mermada la flota?

-Estaríamos mejor con cuatro. Los que tenemos se han ido modernizando y son muy capaces. De hecho, los nuestros fueron los primeros que tuvieron comunicación por satélite. Están muy bien preparados, mantenidos y con dotaciones muy bien adiestradas.

- ¿Cómo es convivir en un submarino?

-La vida en un submarino es complicada. Una vez que se hace la inmersión nos olvidamos del mundo. Somos alrededor de 60 personas en un espacio mínimo donde la intimidad brilla por su ausencia. La camaradería es diferente al de otras unidades. Las dotaciones están compuestas por personas muy bien adiestradas, con gran vocación y dedicación, responsables y conscientes del trabajo en equipo. La responsabilidad de cada uno es tremenda ya que una mala operación puede poner en riesgo al submarino.

- ¿Reciben algún tipo de preparación psicológica?

-Ese aspecto entra dentro del adiestramiento. El trabajo en los simuladores y las salidas a la mar les va enseñando e instruyendo de lo que es la vida a bordo.

- ¿Es cierto que a las camas de los submarinos se les llama "camas calientes"?

-Sí, mientras uno está de guardia, otro está en la cama, y al revés. Dormimos en el saco y al levantarte lo recoges y otro llega con el suyo.

- ¿Qué se echa de menos en un submarino?

-Sinceramente, yo no echaba de menos nada. Una vez que se cierra la escotilla, es tu trabajo y estás a gusto. La vida es intensa pero normal.

- ¿Qué cambios destacaría de los que ha visto en su carrera dentro de un submarino?

- Técnicamente se han ido modernizando mucho. Antes, salíamos a la mar, cerrábamos la escotilla y nos olvidábamos del mundo. Recibíamos de vez en cuando mensajes. Una de mis hijas nació conmigo debajo del agua y me enteré porque transmitieron un mensaje diciendo que todo estaba bien. Ahora, al menos, tienen comunicaciones por satélite y eso da una tranquilidad tremenda porque está conectado con el mundo. Nosotros volvíamos al cabo de un mes y no sabíamos lo que había ocurrido. La técnica de los periscopios ha cambiado y los equipos acústicos también. Nosotros no teníamos agua, llevábamos unos tanques. Había patrullas de 30 días en los que sólo teníamos agua para cepillar los dientes y beber.

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